Como en una comedia de equivocaciones, los participantes en la concertación para lograr la devolución de un cargamento de oro que fue incautado por no tener un origen lícito niegan haber sido parte de los arreglos, aseguran no conocerse y se acusan mutuamente de haber entregado o recibido la suma de un millón de dólares.
En el ínterin, van apareciendo fotos de la familia de la fiscal con la familia del actor cómico. Los correos entre Hurtado y la familia Siucho. Y el oro de origen no explicado que resulta siendo el objeto más deseado y que sigue perdido, porque no se encuentran los rastros del cargamento de 100 kilos de oro que, según la fiscal Elizabeth Peralta, son 200 kilos en realidad. En medio del fuego cruzado, el cómico se retira de los escenarios, se abren páginas escabrosas de su pasado montesinista y finalmente se van conociendo sus avatares como lobista informal, la relación de amigos influyentes de los que se jactaba y un descubrimiento tras otro del tipo de relaciones que mantenía con jueces, fiscales y otros altos funcionarios públicos, configurando una enredada trama de pagos de sobornos, tráfico de influencias y minería ilegal, esta última negada por la familia Siucho Neira.
La historia se complica más con la participación de Iván Siucho en el caso que involucra a los hermanos Boluarte, Los Waykis en la Sombra. Como aspirante a colaborador eficaz de la Fiscalía, denunció haber sido secuestrado para que no revelara mayores detalles de su participación en el caso judicial, que más bien resultaba tangencial porque solo ponía en tela de juicio al exabogado defensor de los hermanos presidenciales, Mateo Castañeda.
Sin embargo, tres de los secuestradores coinciden en señalar que Iván Siucho era en realidad un proveedor de oro ilegal que les iba a vender tres barras de ese mineral de alto precio. Esta nueva revelación tendrá que probarse fehacientemente. Mientras tanto, se conoció en las últimas horas que el pedido de impedimento de salida del país de la fiscal, el cómico y el extraño secuestrado fue aprobado por el juez.
