Kamala Harris llegó este lunes a Filadelfia (este), donde el martes se enfrentará a Donald Trump en un debate muy esperado de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, extremadamente reñidas, según las encuestas.
El avión que transportó a la vicepresidenta demócrata aterrizó por la tarde en esta ciudad de Pensilvania, donde nació la democracia estadounidense. El expresidente republicano lo hará el martes sobre las 18H30 (22H30 GMT), poco antes del duelo organizado por la cadena ABC.
En una entrevista grabada la semana pasada, de la que su equipo difundió un fragmento este lunes en la red social X, Kamala Harris predice que su rival utilizará "sus viejas y manidas recetas" porque "no tiene límite en lo bajo que puede caer".
"Deberíamos estar preparados para el hecho de que probablemente va a decir muchas mentiras", asegura.
La demócrata de 59 años espera atacarlo afirmando "que él lucha por sus propios intereses, no por los estadounidenses".
Antes de este debate los demócratas difundieron un nuevo vídeo en el que se recopilan críticas de antiguos altos cargos de la administración de Donald Trump, incluido el vicepresidente Mike Pence, para describir al millonario de 78 años como un "peligro" para el país.
Y ha colgado en internet una versión más detallada del programa de Kamala Harris, que hace campaña con la promesa de un "nuevo camino" pero que hasta ahora solo ha desgranado algunas propuestas concretas.
El expresidente republicano ha hecho numerosas apariciones públicas, mientras que su rival ha pasado la mayor parte de los últimos tres días encerrada en Pittsburgh (Pensilvania) con su equipo y sólo ha salido para dar un paseo con su marido Doug Emhoff o ir a comprar a una tienda.
Una tienda "anti-Trump" dijo este lunes el candidato republicano, quien en su plataforma Truth Social, volvió a calificar a su oponente de "marxista".
En la misma red, Donald Trump advirtió el sábado que si vuelve a la Casa Blanca impondrá "largas penas de prisión" a cualquiera que, a su juicio, planee "hacer trampas" en noviembre.
El domingo, el republicano, que acusa sin pruebas a Joe Biden de haberle "robado" la victoria hace cuatro años, escribió, de nuevo en Truth Social: "Ganaremos Pensilvania por un amplio margen, a menos que se permita a los demócratas hacer trampa".
Trump ganó por poco en este estado en 2016 y en 2020 se impuso Biden, pero también por escaso margen.
El republicano, procesado por intentar alterar los resultados de las últimas elecciones, no se ha comprometido a reconocer su derrota en caso de que pierda en los comicios.
Pensilvania es uno de los pocos estados bisagra, es decir que se decanta por uno u otro partido dependiendo de las elecciones y de los candidatos.
Al igual que en los dos comicios presidenciales anteriores, las elecciones de 2024 podrían decidirse por unos pocos miles de votos en determinados condados estratégicos de seis o siete estados clave, debido al sistema de votación por sufragio universal indirecto.
En cuanto a la intención de voto a escala nacional, a veces los sondeos dan ventaja a la demócrata, que ha movilizado a las bases pero que aún tiene que darse a conocer a buena parte de la población, y otras al republicano, cuyos seguidores se mantienen leales a pesar de sus problemas judiciales y sus declaraciones desmedidas.
Un sondeo hecho público este lunes por ABC otorga a Kamala Harris un 50% de intención de voto frente al 46% de su rival entre los estadounidenses registrados en las listas electorales, y un 52% frente al 46% entre los votantes que tienen previsto acudir a las urnas.
Una encuesta publicada el domingo por el New York Times daba al expresidente, objeto de un intento de asesinato en julio, una ventaja de un punto sobre la vicepresidenta (48% a 47%).