Sudamérica es uno de los continentes más ricos en cuanto gastronomía se trata. Acá hay cocinas reconocidas a nivel internacional, como la peruana, la argentina y la brasileña. Así, un dulce de la región ha sido calificado por los críticos con una calificación bastante alta.
Dicha receta es conocida de manera distinta en cada país donde se consuma. Además, cuenta con distintas versiones regionales. En Perú, es excepcionalmente popular, pero su origen se le atribuye a otros dos países.
El dulce de leche, conocido en Perú como manjar blanco, es considerado como el mejor dulce de Sudamérica, según el reconocido portal gastronómico Taste Atlas. Esta receta es elaborada al cocinar leche con azúcar. Generalmente, se emplea como cobertura para postres o como untable. Incluso, es usado para agregar detalles decorativos.
El dulce de leche o manjar blanco es una receta tradicional en toda América Latina, así como en países como Francia (confiture de lait), Polonia (kajmak) y Rusia (varyonka). Según el país donde se consume, recibe diferentes denominaciones y presenta variantes locales.
El origen del dulce de leche, o manjar blanco, está envuelto en diversas teorías, ya que varias culturas y regiones reclaman su creación. Una versión popular sostiene que su invención fue accidental, cuando una cocinera dejó hervir leche con azúcar por mucho tiempo, resultando en la mezcla caramelizada que conocemos hoy.
Históricamente, el manjar blanco tiene raíces que se remontan a la Europa medieval, donde se elaboraban postres con leche, azúcar y almidón, influenciados por la cocina árabe. Con la colonización, estos métodos se adaptaron en América Latina, donde los ingredientes locales, como la caña de azúcar, impulsaron su popularidad.
Además, se especula que los esclavos africanos en las plantaciones de azúcar en el Caribe pudieron haber jugado un papel importante en su evolución. Cada país ha adaptado el dulce de leche a su manera: en Argentina, se considera un símbolo nacional, mientras que en México toma la forma de "cajeta" hecha con leche de cabra.
Aunque su origen preciso es difícil de determinar, actualmente se discute si el dulce es autóctono de Argentina o de Uruguay.
Preparar dulce de leche o manjar blanco en casa es sencillo y solo requiere unos pocos ingredientes. El proceso básico consiste en hervir leche evaporada y azúcar, mezclándolos a fuego medio. Se puede agregar una cucharadita de esencia de vainilla para darle más sabor, y opcionalmente, especias como canela y clavo de olor. Mientras se cocina, es importante revolver constantemente para evitar que la mezcla se queme o se pegue al fondo de la olla.
El tiempo de cocción puede durar alrededor de una hora, hasta que la mezcla se espese y adquiera un color dorado característico. Una vez que alcanza la consistencia deseada, se retira del fuego, se deja enfriar, y se guarda en un recipiente hermético para conservarlo.
Este manjar puede usarse como relleno de postres, untarse en pan o acompañar frutas y otros dulces. Además, se puede refrigerar por varios días, lo que lo hace práctico para disfrutarlo en diferentes ocasiones.
