El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, dijo el lunes que su país no busca actualmente extraditar a un pastor buscado por Estados Unidos por tráfico sexual de menores, luego de que la policía lo arrestara el domingo en el sur del país.
El pastor conocido como "Apollo Quiboloy", se entregó el domingo a las autoridades en la ciudad de Davao, en el sur del país, luego de un fuerte operativo policial de búsqueda en el extenso complejo de su secta.
"Por ahora, no estamos buscando su extradición. Nos estamos enfocando en los casos que se han denunciado en Filipinas", dijo el presidente Marcos a la prensa en la capital, Manila.
"Apollo Quiboloy", autoproclamado "hijo de Dios" y exasesor espiritual del expresidente filipino Rodrigo Duterte, fundó en Filipinas la secta "Reino de Jesucristo" (KOJC).
Según la acusación formulada en 2021 por el Departamento de Justicia estadounidense, el pastor, que entonces tenía 71 años, llevó a "niñas y mujeres jóvenes" a Estados Unidos para que trabajasen como asistentes personales antes de obligarlas a mantener relaciones sexuales con él so pena de "condenación eterna".
Algunas, además, debían recaudar dinero para financiar el "fastuoso estilo de vida" de los directores del grupo, entre ellos Apollo Quiboloy, informó el ministerio estadounidense.
Se desconoce si Estados Unidos solicitó formalmente la extradición de "Quiboloy", de al menos 74 años en la actualidad, según la policía federal de ese país, FBI.
En febrero, Quiboloy anunció en el canal de YouTube de su empresa de televisión Sonshine Media que pasaba a la clandestinidad por temor a "ser secuestrado o asesinado" por los gobiernos estadounidense y filipino.
Un tribunal filipino inculpó al pastor, con conexiones políticas influyentes, por tráfico de seres humanos y abuso de menores.
"Apollo Quiboloy ha sido detenido", escribió el domingo el ministro del Interior, Benjamin Abalos, en su página oficial de Facebook, sin dar más detalles.
El predicador fue hallado en la sede de su organización religiosa en la ciudad de Davao, en el sur del país.
Nicolas Torre, el jefe de la policía regional que dirigió las operaciones, confirmó más temprano su detención en una rueda de prensa.
Cerca de 2.000 policías fueron desplegados en la sede de la secta, desde el 24 de agosto, para hacer cumplir una orden de detención.
Sin embargo, el portavoz de la policía no dio detalles sobre el arresto. "Ha sido un esfuerzo concertado por parte de todos los implicados", dijo. "Estemos orgullosos, hoy hemos hecho nuestro trabajo", añadió.
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