El café, una de las bebidas más consumidas en el mundo, ha sido objeto de múltiples estudios que buscan esclarecer sus efectos en la salud. Sin embargo, una reciente investigación ha despertado la atención sobre el impacto del uso diario en el cerebro. Científicos del Advent Health Research Institute, junto con la Asociación de Alzheimer, presentaron un estudio que revela cómo desde cierta edad, el café podría acelerar el deterioro cognitivo.
Este hallazgo es crucial, ya que el café ha sido valorado durante años por sus múltiples beneficios, como la estimulación mental y la prevención de enfermedades neurodegenerativas. No obstante, el consumo excesivo podría tener efectos adversos en la salud cerebral. Los especialistas han analizado detalladamente los efectos de la cafeína en la inteligencia fluida y el deterioro cognitivo en esta población.
La investigación se centró en personas mayores de 60 años, mostrando que el consumo elevado está relacionado con un deterioro más rápido de las funciones cognitivas. Según el estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2024, ingerir más de tres tazas diarias de café puede acelerar la disminución de habilidades como la memoria, la resolución de problemas y el razonamiento lógico, en quienes ya presentan algún tipo de deterioro.
Este deterioro afecta directamente la inteligencia fluida, que es la capacidad de enfrentar tareas nuevas sin conocimiento previo. Aunque el café, con sus propiedades antioxidantes y compuestos como la cafeína y el ácido clorogénico, ha sido recomendado en muchas ocasiones por sus beneficios para la salud cerebral, los resultados muestran que el equilibrio es clave. Kelsey Sewell, una de las investigadoras principales, señaló que el consumo moderado es recomendable, ya que el exceso puede generar resultados contraproducentes.
Los científicos analizaron el efecto de la cafeína en la inteligencia fluida de más de 8.400 adultos mayores, mayoritariamente mujeres y de origen caucásico, utilizando los datos del Biobanco del Reino Unido. Se descubrió que aquellas personas que consumían café en cantidades elevadas experimentaban una disminución más acelerada en su inteligencia fluida, lo que incluye habilidades de razonamiento abstracto y reconocimiento de patrones.
Por otro lado, quienes consumían de manera moderada o no lo consumían presentaban un deterioro cognitivo más lento. Este hallazgo reafirma la importancia de moderar el consumo de esta bebida, sobre todo en personas que ya han mostrado signos de deterioro cognitivo. El café puede actuar como un agente protector cuando se consume en niveles controlados, pero su abuso podría agravar la pérdida de funciones cognitivas con el tiempo.
Los resultados del estudio concluyeron que para las personas mayores de 60 años, lo ideal es no superar las tres tazas diarias de café. Según los investigadores, este nivel de consumo se asocia con un mejor rendimiento cognitivo y un descenso más lento en la inteligencia fluida. En cambio, un consumo superior a cuatro tazas incrementa los riesgos de sufrir un deterioro acelerado.
El consumo moderado, además de evitar la aceleración del deterioro cognitivo, sigue brindando beneficios como la mejora en la concentración, el rendimiento físico y la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. No obstante, es importante recalcar que la cafeína, en exceso, puede provocar efectos negativos en la salud cerebral, especialmente en personas que ya padecen problemas cognitivos.
