El último sondeo de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endes) 2024-I, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), reveló el aumento en los índices de desnutrición crónica infantil (DCI), que escaló del 11,5% al 12,2% entre los niños menores de cinco años en este año.
En conversación con La República, el doctor Daniel Aspilcueta, tutor nacional en el Manejo Preventivo y Terapéutico de la Anemia del Ministerio de Salud (Minsa), reconoció la validez de la cifra revelada por el Endes e indicó que desde su sector se vienen haciendo esfuerzos por frenar el incremento de la DCI.
"En el tema de la desnutrición venimos desarrollando el Programa Articulado Nutricional llamado (PAN), Cuna Más o Juntos. Con ello, estamos tratando de llegar a la población infantil escolar, llevándoles nutrición y micronutrientes", manifestó.
Sin embargo, Aspilcueta reconoció que los esfuerzos realizados desde el Minsa aún son insuficientes, pues los mismos padres también deberían informarse acerca de la calidad nutricional de sus hijos. "Ellos deberían tener una especial preocupación por la malnutrición o desnutrición infantil. Las personas que tienen una mejor educación nutricional saben lo que tienen que comer. La mayoría no busca información sobre cómo alimentarse correctamente", sostuvo.
De acuerdo a Jessica Huamán, vocera de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria, la DCI está directamente relacionada con la situación de pobreza o pobreza extrema que hay en el país. Esto lleva a las familias a una falta de acceso a alimentos que suelen ser más caros como las carnes, que son ricos en proteínas.
"Un bebé o niño con desnutrición crónica infantil (DCI) va a tener un deficiente desarrollo neuronal, así como una afectación en su aprendizaje y desarrollo cognitivo. Si es que un niño durante los 3 primeros años no logra curarse de la DCI, lamentablemente el daño será irreversible", alertó Huamán en diálogo con La República.
Por su parte, el doctor Aspilcueta también comentó que la desnutrición está ligada a la capacidad económica de la gente. También factores como la recesión económica y la falta de cultura nutricional han jugado en contra. Añadió que la última encuesta Endes "no es homogénea porque la costa tiene mejores condiciones que la sierra y la selva, es decir, lo urbano contra lo rural".
Cabe precisar que un niño que sufre DCI no es lo mismo que un niño que sufre de anemia. El primero está relacionado con la talla y el peso, mientras que el segundo se basa en el nivel de hemoglobina que tiene el infante.
El doctor Aspilcueta dijo que uno de los mayores amenazas que tendrá que enfrentar el Ministerio de Salud ante la situación de desnutrición crónica infantil (DCI) es el cambio climático. "El frío extremo o el calor extremo podría alterar gravemente la producción de los alimentos, lo cual encarecería a los sectores más vulnerables", refirió.
Si bien Aspilcueta reconoce que existe una crisis alimentaria y una menor capacidad económica de la gente, el compromiso del Minsa sería aumentar su trabajo con equipos multisectoriales y con empresas público o privadas que ayuden a capacitar a las familias sobre el tema de la desnutrición.
Asimismo, la vocera de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria, Jessica Huamán, recomendó al Gobierno que se incremente la sensibilización a la población con relación a las visitas del Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED) para que el padre de familia vigile el estado nutricional de su hijo, así como incrementar el presupuesto para que el personal de nutricionistas realice demostraciones en los centros de salud de primer nivel.
Añadió que el Colegio de Nutricionistas de Lima ha sostenido reuniones con miembros del Consejo Regional de Lima Metropolitana para tratar el tema de la desnutrición crónica infantil.
Hace un par de semanas, el congresista Flavio Cruz presentó un proyecto de ley para incorporar a los profesionales nutricionistas en los colegios. Tanto Huamán como Aspilcueta se mostraron a favor de esta propuesta. "Un grupo de nutricionistas podría ir a varias escuelas por día y enseñar sobre educación alimentaria a niños y adolescentes, así como hábitos nutricionales", afirmó Huamán.
Mientras que Aspilcueta recomendó también la implementación de enfermeras en las escuelas. Para él es importante difundir conceptos de educación alimentaria y hablar sobre la importancia de los alimentos, puesto que en el Perú existe un desconocimiento nutricional.
"Sin embargo, esta medida sería muy difícil de aplicar en el último rincón del país, es decir, en las zonas altoandinas, ya que hay menos presencia del Estado", finalizó.
