En el programa 'Amor y Fuego', conducido por Rodrigo González, conocido como ‘Peluchín’, el tema central de la semana ha sido Andrés Hurtado, quien enfrenta acusaciones de tráfico de influencias. Esta controversia ha despertado diversas reacciones en los medios, y González se ha mostrado decidido a hablar sin tapujos. Durante la transmisión, lanzó serias acusaciones sobre la relación que existiría entre el conductor de Panamericana TV y figuras de la farándula, incluyendo a Gisela Valcárcel, así como otros programas y personalidades que, según él, han decidido guardar silencio.
Rodrigo González inició su programa destacando las implicancias de las revelaciones contra Hurtado, señalando que podría haber "redes de corrupción" dentro de diversos organismos del Estado, y que los nexos de Hurtado con personalidades de la televisión peruana habrían facilitado su influencia en estos círculos. Además, dejó en claro que figuras como Gisela Valcárcel y su productora GV Producciones podrían estar implicados, debido a la estrecha relación entre Valcárcel y Hurtado.
Uno de los momentos más impactantes del programa fue cuando 'Peluchín' dirigió sus dardos directamente a Gisela Valcárcel y su productora, GV Producciones. Según el conductor de Amor y Fuego, la conductora de América Hoy, Ethel Pozo, no ha comentado sobre las acusaciones contra Hurtado debido a la relación cercana que su madre, Gisela, tiene con él. González afirmó que Hurtado habría facilitado el acceso de Valcárcel a los penales peruanos para grabar parte de su programa.
"Más gente involucrada, más funcionarios involucrados, más políticos involucrados y personajes de la farándula lorcha que no dicen nada. En América Televisión han empezado a hablar. ¿Ethel ha dicho algo? Ah ya entiendo, GV Producciones, Gisela Valcárcel, íntima de 'Chibolín', que como me contaron personas cercanas a ella, él ('Chibolín') le habría abierto las puertas de los penales para que ella pudiese grabar su show", expresó Rodrigo en su programa.
No se detuvo ahí, también mencionó a Ernesto Pimentel, más conocido en el mundo del espectáculo como 'La Chola Chabuca', asegurando que Pimentel y Hurtado son "uña y mugre" y que era poco probable que él tocara el tema en su programa de los sábados dejando entrever que existiría un pacto de silencio.
Las críticas de 'Peluchín' no se limitaron a Valcárcel y su círculo. El conductor también lanzó comentarios hacia Magaly Medina y la relación que tendría con Andrés Hurtado. Durante su intervención, mencionó que Medina, pese a ser conocida por su estilo frontal y crítico, también ha guardado silencio sobre las acusaciones contra el conductor de Panamericana, sugiriendo que esto se debe a los lazos de amistad que comparte con Ney Guerrero, productor de entretenimiento de ATV, y con Alfredo Benavides, quien también ha estado envuelto en controversias legales.
"Lleguemos a ATV, tampoco, pero si acaba de ser estrella de La Casa de Magaly. Íntimo amigo de Ney Guerrero, producción de entretenimiento de ese canal y también íntimo en el 'Gordo Benavides', Alfredo Benavides, quien está involucrado en un montón de cosas hasta las cejas, pero también ha salido librado de todo", aseveró el conductor, cuestionando los motivos detrás del silencio de Medina y ATV.
Unos programas atrás, Rodrigo González recordó un controversial episodio que vivió con Andrés Hurtado en una conocida discoteca de Lima, cuando aún no era una figura pública en los medios. González detalló que Hurtado llegó rodeado de un grupo de mujeres y le hizo una extraña proposición a él y a su grupo de amigos.
"Yo estaba con unos amigos en la discoteca, ni siquiera había empezado la carrera de Comunicaciones. Yo estaba en la discoteca Mamut y llegó Chibolín rodeado de un séquito de chicas que parecía que las había traído de Risas y Salsas, vestidas, de pinta, de look. Se acerca a nuestro grupo de amigos, se presenta solo y dice: 'Han visto, mis amigas. Si alguno quisiera algo conmigo es'", relató el conductor de Amor y Fuego.
Este testimonio no hizo más que avivar las llamas de la polémica en torno a Hurtado, quien hasta el momento no ha dado declaraciones públicas sobre las acusaciones.
