Una huelga de transportistas en Colombia que completaba su quinta jornada terminó este viernes tras llegar a un acuerdo con el gobierno en el aumento del precio del diésel, informó el presidente Gustavo Petro.
"Hemos resuelto más rápido de lo que pensaban y de la mejor manera el paro camionero", indicó el mandatario de izquierda.
Luego de arduas negociaciones que se extendieron hasta la madrugada las partes firmaron un incremento gradual en el precio del combustible que usa la mayoría de los vehículos de carga: el primer aumento del precio que estaba en unos 2,24 dólares por galón (3,8 litros) será del equivalente a unos 10 centavos de dólar. El 1 de diciembre subirá por segunda vez por el mismo valor.
Imágenes en medios locales mostraban esta mañana a los transportistas haciendo sonar sus bocinas en señal de victoria, mientras desbloqueaban distintas carreteras del país.
"Felicitaciones a los pequeños camioneros que supieron poner como prioridad su agenda de reivindicación y no agendas extrañas. Les cumpliremos. Felicitaciones a la ciudadanía que tuvo la paciencia y no pasó a confrontaciones en el seno del pueblo mismo", añadió Petro.
El sábado el gobierno había aumentado cerca de 20% el valor del galón (3,8 litros), lo que desató protestas.
Desde el lunes, cientos de camiones obstruyeron el paso en las vías de acceso a Bogotá y a las principales ciudades del país.
En la presidencia desde 2022, Petro busca un desmonte gradual de los subsidios que mantenían el precio del combustible congelado desde la pandemia de covid-19.
Pero los transportadores son un sector poderoso, en un país donde el 90% de la mercancía se mueve por carreteras, según el Ministerio de Transporte.
El precio del diésel en Colombia es el tercero más barato de la región, según el Gobierno, solo por debajo de Ecuador y Bolivia.
"Solo agregaría que hay que llevar al transporte particular, público y de carga a separarse de los combustibles fósiles por energías más limpias y baratas", indicó Petro.
Para el mandatario subsidiar los combustibles también va en contravía de sus políticas ambientales para enfrentar la crisis climática.
