Contrario a la tasa de 3,2% prevista por el Gobierno para este año —consignado en el reciente Marco Macroeconómico Multianual (MMM)—, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, confía en que el PBI termine en orden del 4%.
El premier se considera “un terco confiado” en que el PBI llegue al 4% e incluso, hacia 2025, “crecería de manera más significativa”. ¿Las razones para esperar un resultado más auspicioso? El inicio de la recuperación y la “notable resiliencia” de la producción nacional, respaldada por sus sólidos fundamentos macroeconómicos y por su fortaleza monetaria y fiscal.
Tal como informó La República en más de una ocasión, se requieren tasas anuales de variación del PBI para el cierre de brechas sociales, considerando que la pobreza se disparó en el año de la recesión —y del primero a cargo de Boluarte— a un tercio de la población y la inseguridad alimentaria moderada o grave, afecta a poco más de la mitad de compatriotas.
El propio ministro de Economía y Finanzas, José Arista, reconoce que con tasas del 5% recién se podría mitigar el avance de la pobreza; sin embargo, su cartera proyectó en el último MMM que el PBI peruano se estancará en no más de 3% hasta 2028: a la mitad del próximo Gobierno.
“Nuestro país el día de hoy cuenta con razonables niveles de déficit y de deuda pública”, dijo el premier Gustavo Adrianzén ante el Congreso.
En esa línea, Arista sostuvo que “en coherencia con una gestión responsable de las finanzas públicas”, el déficit convergerá a las reglas fiscales de mediano plazo y será uno de los más bajos de la región: se mantendrá por segundo año consecutivo en 2,8% del PBI y al 2025, retrocederá a 2,2%. Recién en 2028 llegaría a 1% del PBI.
No obstante, la lectura de los heraldos de Boluarte no toma en cuenta las advertencias dadas por frentes como el Consejo Fiscal, que recomendó romper la regla fiscal solo para este 2024, ya que para el próximo año, los ingresos fiscales aumentarán con los buenos precios de commodities como los minerales.
El CF —presidido por Alonso Segura— alega que las proyecciones del déficit fiscal del MMM “traslada prácticamente todo el peso de la consolidación fiscal al siguiente Gobierno”.
Segura recordó a esta casa periodística que la administración Boluarte no ha oído las críticas del Consejo Fiscal aún cuando se prevé que para este año el déficit sea mayor al 2,8% del PBI —actualmente está al 4%—. “El Gobierno viene metiendo gasto y gasto. Erosiona la credibilidad fiscal”, remató.
Adrianzén informó que el Gobierno de Dina Boluarte ha reperfilado el pago de la deuda externa. Es decir, se someterá a modificaciones el cronograma de futuros reembolsos que debe hacer el país, vía refinanciamiento o renegociaciones.
“Estamos en condiciones de hacerlo. No se va a dejar de pagar, lo hemos reperfilado. Los años venideros han de poder enfrentar en mejores condiciones ese pago”, mencionó.
