El hidrógeno natural, considerado una fuente de energía limpia y renovable, ha despertado el interés mundial en los últimos años. Este recurso ha sido identificado como una alternativa viable para reducir las emisiones de CO₂ y enfrentar la creciente crisis energética global. Según un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos, (USGS, por sus siglas en inglés) existen importantes reservas de hidrógeno atrapadas en el subsuelo que podrían cambiar el panorama energético.
A medida que los científicos descubren nuevas formas de extraer y aprovechar este gas, se vislumbra un futuro donde el hidrógeno natural podría sustituir a los combustibles fósiles en diversas industrias. Los expertos estiman que estas reservas podrían satisfacer las demandas energéticas de la humanidad durante siglos, proporcionando una fuente limpia y abundante.
Uno de los descubrimientos más importantes en la búsqueda de depósitos de hidrógeno se ha producido en la mina de Bulqizë, en Albania, donde se ha identificado la mayor reserva de hidrógeno natural conocida hasta la fecha. El yacimiento, situado en una mina de cromo, ha revelado una capacidad de producción de más de 200 toneladas de hidrógeno al año, lo que ha puesto a este país en el centro de las discusiones sobre el futuro de la energía limpia.
Las formaciones geológicas de la región, ricas en minerales de hierro y conocidas como ofiolitas, permiten la producción de hidrógeno de manera natural, sin necesidad de procesos industriales contaminantes. Este descubrimiento ha generado expectativas sobre el potencial de Albania para convertirse en un referente mundial en la producción de hidrógeno, lo que no solo mejoraría su economía, sino que también contribuiría de manera significativa a la reducción de las emisiones de CO₂.
Geoffrey Ellis, investigador del Servicio Geológico de Estados Unidos, asegura que con la tecnología actual, incluso si solo se pudiera recuperar una pequeña fracción de estos depósitos subterráneos, sería suficiente para abastecer la demanda energética global durante cientos de años. Estas estimaciones se basan en la creciente capacidad de las industrias para explotar y comercializar este gas como una alternativa sostenible.
La producción de hidrógeno natural tiene un costo estimado de 1 dólar por kilogramo, lo que lo convierte en una opción mucho más económica que el hidrógeno verde, cuyo precio ronda los 6 dólares por kilogramo. Además de su bajo coste, este gas solo emite vapor de agua al ser quemado, lo que lo hace una opción más limpia frente a los combustibles fósiles tradicionales.
El hidrógeno ha sido identificado como un combustible clave para la transición hacia una economía baja en carbono. Según expertos, su uso podría reducir drásticamente las emisiones de CO₂, ya que este gas tiene un alto rendimiento energético y es altamente versátil. Desde aviones y trenes hasta la generación de electricidad, las aplicaciones del hidrógeno son vastas y prometen transformar industrias enteras.
A diferencia del hidrógeno producido artificialmente, el hidrógeno geológico no requiere el uso de combustibles fósiles ni energía eléctrica para su obtención, lo que reduce su impacto ambiental. Además, al encontrarse atrapado en formaciones naturales, sigue produciéndose de forma constante, asegurando su disponibilidad a largo plazo.
