El Poder Judicial de Arequipa dictó prisión preventiva de 8 meses para el suboficial de la Policía Anthony Pérez Mamani (26), quien está acusado de la muerte de Fredy Pacompía Aragón (46) y su hijo de 16 años, así como de herir de bala a Maryori Pacompía Arias y Giampiere Pacompía Arias, otros hijos de la víctima. Aunque la defensa alegó que el policía actuó en legítima defensa, el juez encargado del caso no encontró suficientes pruebas que respaldaran esta afirmación.
La audiencia fue presidida por el juez Paul Ruiz Paredes, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Cerro Colorado. El juez accedió a la solicitud de la fiscalía, que acusa al agente policial de los presuntos delitos de homicidio simple por la muerte del padre y el hijo, y tentativa de homicidio en concurso ideal por las heridas infligidas a los hermanos de la víctima. Los hechos ocurrieron la madrugada del último domingo en los exteriores de la discoteca Bananas.
En la madrugada del 1 de septiembre, en el norte de Arequipa, se produjo una pelea en los exteriores de la discoteca 'Bananas Club' en la que se vio involucrado el suboficial de la Policía, quien se encontraba fuera de servicio. Según su propio testimonio, el incidente comenzó con una confrontación entre él y un grupo familiar. Durante esta pelea inicial, el suboficial alegó haber sido agredido por los miembros de la familia, por lo que se alejó temporalmente del lugar y fue en busca de su motocicleta.
Sin embargo, el juez a cargo del caso observó que, tras alejarse, Pérez Mamani regresó a la zona de conflicto. Este regreso provocó un segundo episodio de violencia que culminó trágicamente con la muerte de Fredy Pacompía Aragón y su hijo. El juez destacó que la intervención del suboficial en esta segunda confrontación resultó desproporcionada y contribuyó al desenlace fatal del incidente.
Ante ello, el juez señalo que no se acredita que el agente haya sido agredido, pues solo declaro de intentos, así como tampoco tuvo proporcionalidad cuando declaro que respondió con un balazo a un ataque de piedras por parte de la hija Maryori.
"Frente a estas circunstancias, los operadores (de la ley) deben adoptar una conducta apropiada, sensata, prudente, con el mecanismo más eficaz y menos lesivo, que en este caso no se ha adoptado", manifestó el juez Ruiz Paredes sobre el accionar del policía. Sostuvo que el agente debió realizar otras acciones, como pedir auxilio de efectivos de la PNP (quienes ya habían acudido minutos previos a exteriores de la discoteca) u optar por métodos disuasivos.
La disposición del juzgado atiende parcialmente a los requerimientos del Ministerio Público, que había pedido 15 meses de prisión preventiva para el suboficial acusado de homicidio. El juez consideró que este plazo era excesivo para el tipo de investigación necesaria, y estimó que el caso debería concluir en un período de entre 4 y 5 meses.
Por otro lado, el abogado del suboficial solicitó medidas de protección adicionales, alegando que el agente ha recibido amenazas de familiares de las víctimas, quienes están encarcelados en el penal de Socabaya. Así, el suboficial permanecerá en prisión preventiva hasta el 30 de abril de 2025 mientras se lleva a cabo la investigación y el proceso judicial.
