Putin apoya a Kamala Harris en las elecciones de Estados Unidos, pero lo hace con un tono irónico. Este jueves 5 de septiembre, el mandatario ruso se refirió a la candidata demócrata para calificar su risa como "contagiosa", un comentario que no tardó en resonar en los medios internacionales. Estas declaraciones se dieron justo un día después de que el gobierno estadounidense acusara nuevamente a Rusia de intentar influir en los comicios de noviembre.
El contexto en el que Vladímir Putin expresó su apoyo a Harris tiene un trasfondo de tensiones crecientes entre Moscú y Washington. A pesar de su tono irónico, los comentarios del líder ruso reflejan las complicadas relaciones entre ambos países, especialmente en torno a temas como las sanciones económicas y las denuncias de injerencia electoral.
Durante un foro económico en Vladivostok, Vladímir Putin sorprendió a la audiencia con su comentario sobre Kamala Harris. "El presidente estadounidense Joe Biden ha recomendado a sus electores apoyar a la señora Harris, así que nosotros también la apoyaremos", afirmó con una sonrisa irónica. Además, añadió: "Ella tiene una risa tan expresiva y contagiosa que demuestra que le está yendo bien". Esta declaración sarcástica fue interpretada como una burla al proceso electoral de Estados Unidos, donde Harris podría enfrentarse al exmandatario Donald Trump en noviembre.
Este tipo de comentarios no son inusuales en el discurso de Putin, quien ha criticado abiertamente a la política estadounidense en varias ocasiones. En 2022, señaló que el sistema político de Estados Unidos estaba "podrido" y que Washington no tenía autoridad moral para dictar lecciones de democracia a otras naciones. En este sentido, su apoyo irónico a Harris puede interpretarse como una maniobra retórica para subrayar las debilidades percibidas en la política interna estadounidense.
En contraste con sus comentarios sarcásticos hacia Kamala Harris, Putin recordó que Donald Trump, durante su mandato entre 2017 y 2021, impuso más sanciones a Rusia que cualquier otro presidente estadounidense anterior. Sin embargo, a pesar de estas acciones, las agencias de inteligencia de Estados Unidos informaron que Rusia favoreció a Trump en las elecciones anteriores. La postura de Putin sobre Trump ha sido ambivalente, ya que, por un lado, criticó las sanciones, pero por otro, elogiaba indirectamente las políticas que podrían haber sido favorables para los intereses rusos.
Putin insinuó que, si Kamala Harris triunfa en las elecciones, podría abstenerse de imponer sanciones tan severas contra Rusia como lo hizo Trump. Este tipo de comentarios juegan un papel en la estrategia de comunicación del Kremlin, que busca mantener un equilibrio entre las críticas a la política estadounidense y el intento de influir en el discurso público occidental. Además, el mandatario ruso ha insinuado que prefiere líderes que mantengan una postura más predecible, como la que percibía en Joe Biden, antes de que su estado de salud lo apartara de la contienda electoral.
Las declaraciones de Putin se dieron en un contexto de tensión creciente tras nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos contra figuras clave del medio de comunicación ruso RT. El miércoles 4 de septimbre, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció medidas contra Margarita Simonian, editora jefa de RT, y su adjunta Elizaveta Brodskaia. Estas sanciones forman parte de los esfuerzos de Washington para combatir lo que consideran intentos de interferir en las elecciones de 2024.
RT, el canal de noticias financiado por el Kremlin, fue acusado de difundir desinformación con el objetivo de desestabilizar las democracias occidentales, especialmente durante procesos electorales. Esta cadena ha visto su alcance reducido en numerosos países occidentales, donde sus transmisiones fueron restringidas o incluso prohibidas. Estados Unidos, junto con otros aliados, señaló a RT como una herramienta de propaganda del gobierno ruso.
La portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, respondió a las sanciones afirmando que se trata de una "campaña de información" coordinada por Estados Unidos para influir en las elecciones. Esta acusación refleja la continua tensión entre Moscú y Washington, mientras que las medidas buscan limitar el impacto de los medios rusos en la opinión pública occidental.