Hamás acusó el jueves a Benjamin Netanyahu de intentar "frustrar" un acuerdo de tregua en Gaza, luego de que el primer ministro israelí dijera que el grupo islamista palestino había "rechazado todo" en las negociaciones.
El intercambio de acusaciones se dio en momentos en que Netanyahu enfrenta crecientes presiones para concretar un acuerdo de liberación de rehenes en manos de Hamás, luego de que las autoridades israelíes anunciaran la muerte de seis rehenes cuyos cuerpos fueron recuperados de un túnel en Gaza.
"Estamos tratando en encontrar algún espacio para comenzar las negociaciones", dijo el primer ministro el miércoles. "Ellos se niegan (...) dicen que no hay nada que hablar", agregó.
Netanyahu afirma que las fuerzas israelíes mantendrán el control del corredor Filadelfia, un paso clave en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto y prometió que no cederá "a las presiones sobre este tema".
Hamás exige una retirada total de las tropas israelíes de esta zona, y el jueves afirmó que la insistencia de Netanyahu en la zona fronteriza "busca frustrar un acuerdo".
El grupo palestino afirma que es innecesario un nuevo acuerdo porque ya accedieron meses atrás a una propuesta de tregua planteada por el presidente estadounidense Joe Biden.
"No necesitamos propuestas nuevas", sostuvo Hamás en Telegram.
"Advertimos contra caer en la trampa de Netanyahu y sus engaños, quien usa las negociaciones para prolongar la agresión contra nuestro pueblo", agregó Hamás en el comunicado.
En varias protestas esta semana en Israel, los críticos de Netanyahu lo han culpado de la muerte de los rehenes por negarse a hacer las concesiones que permitirían alcanzar una tregua.
"Estamos esperando que regresen con vida y no en ataúdes", declaró Anet Kidron, del Kibutz Beeri que fue atacado por Hamás el 7 de octubre.
Netanyahu indicó que persisten dudas sobre los prisioneros palestinos que serían intercambiados por rehenes israelíes.
Pero Catar, mediador en las negociaciones, advirtió el martes que la postura israelí "se basa en un intento de falsificar los hechos y engañar a la opinión pública mundial al repetir mentiras".
La cancillería de Catar aseguró que eso "conducirá al fin de los esfuerzos de paz",
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre cuando un ataque de combatientes de Hamás en Israel provocó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Además, los combatientes islamistas secuestraron a 251 personas: 97 continúan retenidas en Gaza y 33 murieron, según el ejército israelí.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una vasta represalia de bombardeos que ya ha dejado 40.861 muertos en el territorio palestino, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza.
La mayoría de los muertos son mujeres y niños, según la ONU.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que el ejército debe usar "toda su fuerza" contra los combatientes palestinos en Cisjordania ocupada.
Afirmó que esas organizaciones con distintos nombres y basados en distintas ciudades cisjordanas "deben ser eliminadas".
El ejército israelí anunció el jueves que un avión suyo "realizó tres ataques selectivos contra terroristas armados" en la zona cisjordana de Tubas, que incluye el campamento de refugiados de Faraa.
La Sociedad de la Media luna Roja palestina dijo en un comunicado que el ataque dejó cinco muertos y una persona herida de gravedad.
Testigos contaron que vieron a numerosos soldados israelíes irrumpir en el campo de Faraa, donde resonaron explosiones.
Israel lanzó el 28 de agosto una ofensiva masiva en el norte de Cisjordania, donde enfrentó a combatientes palestinos y dejaron gran destrucción.
Israel mató a más de 30 palestinos en ese ataque, incluyendo niños y combatientes, aseguró el Ministerio de Salud del territorio.
Un soldado israelí murió en Yenín, donde se registró el mayor número de bajas palestinas.
"El pánico se extendió cuando el ejército hizo explotar todo alrededor sin considerar que había niños", declaró a AFP Hanan Natour, residente del campamento de refugiados de Yenín.
Las enfermedades se han propagado en Gaza, donde la mayoría de sus 2,4 millones de habitantes han tenido que huir de sus casas, a menudo para instalarse en campamentos aglomerados e insalubres.
Además, el ejército israelí ha arrasado barrios y granjas para ampliar la zona de amortiguamiento entre Israel y Gaza.
Amnistía Internacional urgió el jueves investigar esas acciones "como crímenes de guerra de destrucción gratuita y castigo colectivo".
La crisis humanitaria en Gaza provocó el primer caso de polio en 25 años en el territorio, lo que generó una campaña masiva de vacunación iniciada el domingo con "pausas humanitarias" localizadas en los combates.
Según la Organización Mundial de la Salud, casi 200.000 niños en el centro de Gaza recibieron la primera dosis de la vacuna contra el polio, y espera alcanzar más de 640.000 niños en todo el territorio las próximas cuatro semanas.
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