En el primer duelo de cuartos de final del US Open, la tenista estadounidense Emma Navarro derrotó el martes a la española Paula Badosa, que vivió un doloroso adiós al último Grand Slam del año.
Badosa anhelaba llegar a sus primeras semifinales grandes en Nueva York, la ciudad donde nació, pero sucumbió ante la presión y el fulgurante juego de Navarro frente a los más de 20.000 espectadores de la pista central de Flushing Meadows.
La española, que ha renacido deportivamente tras su grave lesión de espalda, cedió el primer set por 6-2 y el segundo por 7-5 después de haberlo dominado por 1-5.
"Estoy muy decepcionada con mi nivel. Ella jugó y manejó la situación muy bien y yo fui un completo desastre", lamentó la ex número dos mundial en la sala de prensa de Flushing Meadows (Nueva York).
En busca de respuestas a su derrumbe, Badosa puso la mira en los problemas de ansiedad que ha sufrido a lo largo de su carrera.
"En cuanto entré en la pista, no manejé bien la situación ni las emociones. Tenía tantas ganas de ganar que a veces eso no ayuda en absoluto", reconoció Badosa, que abandonó a toda velocidad la pista tras ceder los últimos seis juegos del partido.
"En el segundo set estuve muy incómoda, con muchas frases negativas en mi cabeza, y hubo un momento en que me hice muy pequeña y lo primero que quería hacer era irme de la pista porque al final te haces una hormiga", relató la ganadora de Indian Wells de 2021.
En cualquier caso Badosa, que en mayo estaba hundida en el puesto 140 de la WTA, tiene asegurado su regreso al top-20 con su triunfo en Washington, semifinales en Cincinnati y los segundos cuartos de Grand Slam de su carrera.
Por su parte Navarro, que el domingo eliminó a la vigente campeona, Coco Gauff, se metió por primera vez entre las cuatro mejores de un torneo grande.
La hija del magnate Ben Navarro, dueño de la firma Credit One y del torneo WTA 500 de Charleston, chocará con la ganadora del duelo entre Aryna Sabalenka, vigente subcampeona, y la china Zheng Qinwen, flamante campeona olímpica en París.
En el cuadro masculino, Frances Tiafoe y Taylor Fritz tratarán de superar sus compromisos del martes para asegurar una semifinal completamente estadounidense.
Una victoria de Tiafoe ante el búlgaro Grigor Dimitrov y otra de Fritz frente al alemán Alexander Zverev implicaría que uno de ellos sería el primer finalista estadounidense en Nueva York desde Andy Roddick en 2006.
El propio Roddick fue el último jugador local en alzar el título masculino, en 2003, cuando Tiafoe y Fritz tenían sólo cinco años.
Tiafoe, el más carismático de la nueva generación estadounidense, ha vuelto a crecerse frente a su público logrando su tercera clasificación seguida a los cuartos.
Ahora buscará una nueva oportunidad en semifinales -donde cayó en 2022 ante Alcaraz- frente al jugador más veterano que sigue en liza, Dimitrov.
El búlgaro, que a sus 33 años se concentra en competir en los Grand Slam, busca su segunda semifinal en Flushing Meadows después de la de 2019.
El otro duelo del martes lo protagonizaban Fritz y Zverev, también compañeros de generación que vivieron un dramático duelo a cinco sets en Wimbledon, saldado con triunfo del estadounidense.
El alemán, limitado en ese partido por un problema de rodilla, quiere tomarse una revancha que le abra paso a la tercera semifinal de sus cuatro últimos US Open.