Un tribunal ruso prolongó seis meses, hasta el 21 de febrero de 2025, la detención provisional del francés Laurent Vinatier, acusado de no haberse registrado como "agente extranjero", anunció el martes una jueza en el primer día de un juicio que fue inmediatamente aplazado.
El aplazamiento se solicitó porque Vinatier, de 48 años, habría sido informado demasiado tarde sobre la fecha de la audiencia.
Las autoridades lo acusan de no cumplir con su obligación de registrarse como "agente extranjero" a pesar de que recopilaba "información en el ámbito de actividades militares", que podría ser "utilizada contra la seguridad" de Rusia.
Se enfrenta a una pena de cinco años de prisión.
Inicialmente la acusación generó temores de una imputación más grave, como la de "espionaje", un delito que conlleva hasta 20 años de privación de libertad.
Este caso se produce en un momento de gran tensión en las relaciones entre Moscú y París. Rusia es acusada de llevar a cabo una serie de actos de desestabilización y desinformación en territorio francés, mientras que Francia es criticada por su creciente apoyo a Ucrania.
Vinatier reconoció no haberse registrado bajo la etiqueta de "agente extranjero", utilizada en Rusia contra voces críticas y que impone severas obligaciones administrativas, bajo amenaza de sanciones penales.
A principios de junio, justo después de su arresto, explicó durante una audiencia sobre su detención provisional que desconocía que la ley rusa le exigía realizar dicho trámite.
Los servicios de seguridad rusos (FSB) afirmaron a principios de julio en un comunicado que el acusado había establecido "numerosos contactos" con politólogos, economistas y expertos militares rusos, así como con funcionarios.
Este investigador, especialista en el espacio postsoviético, trabajaba en Rusia para el Centro para el Diálogo Humanitario, una ONG suiza que realiza mediación en conflictos fuera de los canales diplomáticos oficiales.