Priscila acudió al Hospital San Bartolomé del Ministerio de Salud en abril, cuando estaba embarazada de 30 semanas. Durante las pruebas, le detectaron VIH y le administraron medicamentos retrovirales, los cuales también se le suministraron a su hijo recién nacido. Ahora, la madre denuncia al hospital por presunta negligencia médica, ya que los resultados de pruebas posteriores revelaron que el diagnóstico de VIH había sido un error. Alega que su bebé, de cuatro meses, ha sido afectado negativamente por el medicamento.
Desde su nacimiento, el pequeño ha recibido múltiples operaciones. A los dos días de nacido, se le detectó necrosis en el intestino, y a los 17 días se le perforó el intestino. La madre señala que el centro médico no le brinda apoyo y le han negado la operación a su hijo debido a que hay un juicio en curso.
"Me parece una injusticia todo lo que está pasando en este hospital, desde el día en que di a luz hasta el momento. Es una negligencia médica, tanto del laboratorio como de ginecología, y ahora no quieren operar a mi pequeño porque he iniciado un juicio (...) Tengo daños psicológicos, físicos, morales y económicos porque el hospital no me ayuda en nada. Yo cubro todos los gastos de mi hijo, y el hospital no quiere apoyarme para atenderlo", señaló la madre.
Priscila se realizó una evaluación de VIH en el Hospital San Bartolomé, donde, como parte del procedimiento, se le sometió a una prueba ELISA de cuarta generación que resultó positiva para VIH. Incrédula, solicitó un nuevo análisis y alegó que se había utilizado la misma muestra de sangre para obtener un segundo resultado positivo. Mientras estaba hospitalizada, al tercer día de haber dado a luz, volvió a solicitar otra prueba y se le realizó la Western Blot, cuyo resultado tardaría casi un mes. Finalmente, se le informó que el resultado del primer análisis había sido un falso positivo.
"En ese momento, lo único que yo pedía era que no le dieran ese medicamento (retrovirales) a mi hijo. Siendo adulta, al tomar esos medicamentos me dolía la cabeza, me daban náuseas, me daba sueño y me dolía la boca del estómago. Entonces, siendo un bebé recién nacido y prematuro, con el intestino aún no bien formado, que le administraran retrovirales era muy fuerte", indicó a ATV.
Actualmente, el pequeño permanece en el hospital recibiendo tratamiento por sus complicaciones intestinales. Ha sido operado tres veces, debido a necrosis en el intestino y una perforación. Posteriormente, por una ileostomía, se sometió a una cirugía de reconstrucción de su órgano. Ahora, su madre está preocupada por el futuro del menor. "Solo sé que ahora se está recuperando favorablemente", indicó Priscila.
El Hospital Nacional Docente Madre Niño "San Bartolomé" emitió un comunicado en respuesta a la denuncia por presunta negligencia médica presentada por la madre. Informaron que la prueba rápida de VIH arrojó un falso positivo, pero mientras se esperaba el resultado de la prueba confirmatoria, se inició el tratamiento antirretroviral "con el consentimiento informado", el cual fue cancelado después de recibir el resultado negativo.
Además, indicaron que, debido a la prematuridad del paciente, se desarrolló un cuadro denominado enterocolitis necrotizante, que requirió tres operaciones. Aclararon que "dicho problema de salud no es a causa del breve tratamiento antirretroviral administrado". Asimismo, señalaron que, para esclarecer el proceso, la situación ha sido puesta en conocimiento de la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud).
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