El Penal de Chincha, a pesar de sus muros de concreto y barrotes de acero, no ha podido contener las historias de criminalidad que se gestan en su interior. A una década de su construcción, el penal se enfrenta a una realidad que contradice su propósito: la justicia. Pues, reclusos, familiares y custodios denuncian un sistema de extorsión y de violaciones sexuales. Esto fue revelado durante el dominical Cuarto Poder.
Un agente penitenciario, con años de servicio en el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), describe el ambiente dentro del penal como un campo de batalla silencioso. Aunque no porta cadenas, se siente prisionero de un sistema corrupto, donde la violencia y la extorsión son la norma. "A los presos a veces les piden mil soles o mil quinientos soles. También hay un tema para pagar cama o derecho de piso", confiesa.
Según las denuncias, los internos deben pagar semanalmente a los delegados de pabellón (presos que tienen cierto control sobre los demás reclusos) para garantizar su seguridad. Estos pagos, gestionados por los propios internos, son cobrados bajo amenazas, y las familias de los presos, desesperadas, se ven obligadas a enviar el dinero. Recibos y depósitos dirigidos a las parejas de los reclusos "líderes" han sido entregados a las autoridades como prueba del sistema de extorsión que impera en el penal.
Pese a esta presión, hubo algunos que se negaron a dar los montos solicitados, por lo que fueron torturados y en el peor de los casos violados en diversas partes del centro penitenciario. Al respecto, diversos reos afirmaron esto y alegaron que era algo común.
"Mi hermano me comentó que lo violaron porque no había pagado su cuota semanal", mencionó la hermana de un recluso. "Lo ultrajaron en el pabellón 2B. Lo ultrajaron por no haber pagado los cupos".
Las autoridades han reconocido las denuncias, pero la respuesta ha sido insuficiente para frenar este suceso. Los familiares continúan con la angustia de no saber si sus seres queridos sobrevivirán en un entorno donde el crimen no se detiene tras las rejas.