En el competitivo mundo académico, la brecha entre los investigadores de humanidades y ciencias sociales y aquellos en campos de ingeniería y ciencias básicas es más que una simple diferencia de intereses; es una cuestión de recursos y oportunidades.
Mientras los ingenieros y científicos suelen atraer significativas inversiones y ofertas laborales, gracias a la percepción de un impacto directo en la innovación tecnológica y el desarrollo económico; los expertos en humanidades y ciencias sociales enfrentan desafíos mayores para asegurar financiamiento y posiciones estables.
Esta disparidad no solo refleja las prioridades de financiación de las instituciones y gobiernos, sino que también plantea preguntas críticas sobre el valor que nuestra sociedad asigna a diferentes tipos de conocimiento.
Victor Maqque, un hablante bilingüe con quechua y español como primera lengua, e inglés como segunda lengua, nacido en Macusani, Puno, posee una amplia experiencia en historia latinoamericana y estudios andinos. Este académico puneño es director ejecutivo de la Iniciativa de Sostenibilidad de América Latina (LASI) en la Universidad de Oklahoma, donde supervisa las operaciones diarias de la iniciativa.
La distribución de fondos y recursos en el ámbito académico muestra una clara disparidad: los investigadores en ciencias sociales y humanidades a menudo reciben menos apoyo financiero que aquellos en ciencias físicas e ingenierías. Esta diferencia es notable especialmente al comparar con los colegas de áreas como nanomateriales, donde las inversiones son sustancialmente mayores.
En una entrevista realizada por el profesor Modesto Montoya, para su canal de YouTube, el investigador peruano Victor Maqque manifiesta lo siguiente: "Nosotros en ciencias sociales y humanidades, en comparación a los que hacen la ciencia física, naturales… Los pagos y los accesos a fondos son una parte bastante menor comparado con los colegas que hacen ingenierías".
"Un área que me parece un componente, más bien, del enfoque nuevo en investigación, es también el enfoque multidisciplinario," afirma Maqque. Señala esto debido a que sugiere que el enfoque multidisciplinario en la investigación es crucial para abordar problemas urgentes y complejos, como el cambio climático y la salud pública.
Este enfoque no solo combina la experticia de diversas disciplinas científicas como biología, química y física, sino que también integra a expertos en ciencias sociales, quienes aportan herramientas esenciales para entender las actitudes y comportamientos de las comunidades afectadas por estos estudios.
Maqque advierte sobre la importancia de la integración comunitaria en los proyectos: "Muchas veces, las soluciones a los problemas podrían ser tecnológicamente adecuadas; pero si la comunidad local, los grupos o instituciones locales no han participado del proceso, no entienden del razonamiento detrás de cómo eso se incorpora, entonces el proceso de integración es mucho más complicado."
Los expertos en ciencias sociales son clave para asegurar que los proyectos tecnológicos sean bien recibidos e integrados, comprendiendo y respetando las dinámicas y el razonamiento de los usuarios finales.
Maqque ha tenido una distinguida carrera académica en América Latina y Estados Unidos. Obtuvo su licenciatura y maestría en Sociología y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) en Puno, Perú, seguido por un doctorado en Historia Latinoamericana en la Universidad de Notre Dame, donde también ayudó a desarrollar un programa de lengua y cultura quechua.
Durante su carrera, ha facilitado importantes colaboraciones de investigación y ha dirigido proyectos que abordan los desafíos sociales, ambientales y económicos de América Latina.
Este investigador ha liderado proyectos centrados en los efectos a largo plazo de las actividades mineras en el medio ambiente y la salud de las comunidades locales, como en la cuenca del Titicaca. Además, en el Instituto Nexus de Arequipa, trabajó en alianzas técnicas y de investigación para entender y mejorar los sistemas alimentarios, energéticos e hídricos de la región.
El bilingüe quechua-español Victor Maqque busca crear un puente más fuerte entre la Universidad de Oklahoma y las universidades e instituciones gubernamentales en América Latina para colaboraciones de investigación a largo plazo. Sus esfuerzos se centrarán en integrar investigaciones y soluciones científicas con el conocimiento local y las perspectivas comunitarias, lo que espera tenga un impacto sostenible y profundo en la vida de las personas de la región.
