Sobreviviendo a sets en contra, la estadounidense Coco Gauff y la española Paula Badosa se plantaron este viernes en los octavos de final del US Open, donde Frances Tiafoe se tomó revancha en una batalla estadounidense ante Ben Shelton.
En las pistas del Grand Slam de Nueva York, donde aún resonaba el impacto de la insólita eliminación de Carlos Alcaraz la noche anterior, los candidatos pasaron el viernes por más apuros de los esperados.
La vigente campeona, Coco Gauff, necesitó del apoyo de los aficionados de la pista central para imponerse a la ucraniana Elina Svitolina.
Gauff, número tres del ranking mundial, tuvo que levantar un set en contra para salir victoriosa ante Svitolina (28º) por 3-6, 6-3 y 6-3 y ahora se medirá con su compatriota Emma Navarro por un boleto a los cuartos de final.
La española Paula Badosa, exnúmero dos mundial, dio otro paso de gigante en su regreso a la élite alcanzando por primera vez los octavos de Nueva York, la ciudad donde nació y vivió sus seis primeros años.
Badosa, número 29º de la WTA, sufrió aún más que Gauff al tener que salvar una pelota de partido para doblegar a la rumana Elena-Gabriela Ruse (61º) por 4-6, 6-1 y 7-6 (10/8).
Tras este triunfo, que la cita con la china Wang Yafan en octavos, Badosa echó la vista atrás a su doloroso último año, en el que llegó a temer por el fin de su carrera debido a una persistente lesión de espalda.
"Después de (el WTA 1000 de) Madrid yo no quería seguir jugando a este deporte", aseguró la española, que en los últimos meses ha resurgido alcanzando los octavos de Wimbledon, las semifinales del WTA 1000 de Cincinnati y alzando el título del WTA 500 de Washington.
Pocas horas después del triunfo, Badosa retomó la raqueta para su esperado estreno en los dobles mixtos junto a su pareja, Stefanos Tsitsipas, saldado con una derrota ante los mexicanos Giuliana Olmos y Santiago González por 7-6 (7/3) y 6-4.
La bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos mundial, cerraba la sesión nocturna de la pista central ante la rusa Ekaterina Alexandrova.
En el cuadro masculino, la impactante derrota de de Alcaraz ante el neerlandés Botic van de Zandschulp allanó el camino hacia una final entre Jannik Sinner, número uno mundial, y Novak Djokovic, defensor del título.
El gigante serbio quería ser el primero en poner en pie en octavos durante su enfrentamiento nocturno ante el australiano Alexei Popyrin, número 28 de la ATP.
Djokovic, que persigue su 25º título de Grand Slam, ha derrotado este año a Popyrin en dos grandes escenarios, la segunda ronda del Abierto de Australia y la tercera de Wimbledon.
El australiano, sin embargo, está comenzando a capitalizar su enorme potencial y acumula ocho victorias en sus nueve partidos de la gira actual de pista rápida, en la que alzó su primer título de Masters 1000 en Montreal.
Djokovic, en cualquier caso, apelará a su casi inmaculado registro en las primeras instancias de Flushing Meadows, donde transitó con éxito por la tercera ronda en sus 15 últimas participaciones.
En el pulso más esperado por el país anfitrión, Frances Tiafoe y Ben Shelton no defraudaron las expectativas y batallaron durante más de cuatro horas en una reedición del choque de cuartos de final del año pasado.
Si en aquella ocasión se impuso el joven Shelton, la gran sensación del torneo, este viernes Tiafoe le devolvió el golpe remontando dos desventajas hasta imponerse por 4-6, 7-5, 6-7 (5/7), 6-4 y 6-3.
"Momento estelar, tras momento estelar", fue como describió Tiafoe este choque entre los dos miembros más carismáticos de la nueva generación estadounidense, que entusiasmó a un público asombrado con acciones como un 'ace' de Shelton a 230 km/h para abrochar el tercer set.
En paralelo Taylor Fritz, otro miembro destacado de la nueva hornada local, finiquitó el sorprendente recorrido por Flushing Meadows del argentino Francisco Comesaña, que venía de tumbar al francés Ugo Humbert, número 17 mundial
Fritz, duodécimo de la ATP, arrolló a Comesaña (108º) por 6-3, 6-4 y 6-2 bajo los aplausos de la segunda mayor pista de Nueva York.
Argentina tiene una última baza en la tercera ronda, Tomás Etcheverry, que chocaba en la noche frente al alemán Alexander Zverev, número cuatro mundial.
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