Ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la universidad madre de las carreras de ingeniería en el Perú, era el sueño más grande de Emhir Rodriguez. Pese a que en el colegio nunca estuvo entre los primeros puestos y tenía calificaciones por debajo del promedio, sabía que si se esforzaba alcanzaría su objetivo. Es por ello que, mientras cursaba el quinto año de secundaria, inició su preparación para la UNI.
"En quinto de secundaria te separaban por salones según la universidad que querías postular (...) No era el mejor, pero quería estudiar en la UNI (...)", comentó Emhir en su reciente video de YouTube. Sin embargo, los ejercicios de matemática, física y trigonometría no fue el único desafío enfrentó durante su etapa preparación. Según el joven alumno, en muchas ocasiones, luchó contra las críticas y las dudas de aquellos que cuestionaban su deseo de convertirse en ingeniero por su bajo desempeño.
"Tenía un mal promedio, no aprobaba física, en trigonometría estaba pésimo, en álgebra también y la tutora llamó a mis padres, les dijo: 'Miren señores, saben qué, su hijo no tiene las notas adecuadas para el salón, no debería estudiar una ingeniería porque no da para el nivel y no creo que sea una buena opción que postule a la UNI o que estudie una ingeniería. Es mejor que estudie una carrera de letras' (...) Me sentí frustrado y enojado (al escuchar eso)", expresó.
Aunque estuvo a punto de renunciar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una conversación con un compañero de clase lo motivó a seguir preparándose. Es así que, y para mejorar sus habilidades en matemáticas y ciencias, Emhir llevó clases de reforzamiento en la academia de su colegio.
"Me ayudó a rezarme porque cuando postulé (a la UNI) por modalidad de escolares solo me faltó 2 puntos para ingresar a mi carrera. Estaba motivado. Iba a demostrar que sí puedo ingresar", sentenció.
Para continuar con su preparación, y con el deseo de pagar por sí solo sus estudios, decidió matricularse en un ciclo anual de una reconocida academia, mientras por las tardes trabaja en un almacén de paquetes. Aunque esto le generó ahorros, tuvo que dejar su puesto de trabajo, pues no lograba concentrarse en sus estudios.
"Lo hacía para pagarme la academia y comprarme los libros, pero esto tiene sus desventajas porque llegaba a mi casa a la 1 de la mañana cansado y al día siguiente tenía que ir a la academia. A veces me quedaba dormido en las clases por el cansancio y me sacaban del salón", detalló.
Al culminar el año, logró aumentar sus conocimientos en física, matemática, trigonometría y álgebra; sin embargo, no pudo alcanzar vacante para su carrera. Esto no lo desmotivó y siguió intentando hasta que, en su tercer intento, ingresó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
"Fui al examen seguro (...) Empecé a resolver y el examen de Física lo acabé en media hora y me sentí feliz porque ese era mi peor curso en el colegio. Aún me acuerdo de que la tutora me decía que no sabía y que me costaba bastante y dije: 'Lo hice" (...) Vi los resultados y en ese examen saqué 17. Estaba contento (...) Salieron los resultados y pues ingresé. De verdad me sentí muy satisfecho conmigo mismo porque había demostrado de que yo sí podía (ingresar a la UNI)", indicó.
Actualmente, Emhir Rodriguez cursa el último año de la carrera de Ciencias de la Computación en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
