El ejército israelí indicó este jueves que mató a siete combatientes palestinos, en el segundo día de una "operación antiterrorista" a gran escala en Cisjordania, cuyo cese "inmediato" reclamó la ONU.
Ya son al menos 16 los muertos desde que el ejército israelí lanzó el miércoles su operación con bombardeos e incursiones con convoyes blindados en las ciudades de Yenín, Naplusa, Tubas y Tulkarem y dos campos de refugiados, donde los grupos armados que luchan contra la ocupación de Israel son muy activos.
La intervención israelí despertó una "profunda preocupación" en la ONU, que advirtió que podría "alimentar una situación ya explosiva en Cisjordania ocupada". Su secretario general, António Guterres, exigió el jueves en X su "fin inmediato" y condenó "firmemente las pérdidas de vidas humanas, sobre todo de niños".
Las incursiones militares israelíes son habituales en Cisjordania, territorio palestino ocupado por el ejército israelí desde 1967. Sin embargo, es inusual que se lleven a cabo simultáneamente en varias ciudades.
Desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, desencadenada por el mortífero ataque del movimiento islamista palestino en suelo israelí el 7 de octubre, la violencia se ha recrudecido en Cisjordania.
Las autoridades israelíes ya afirmaron el miércoles haber "eliminado" a nueve combatientes.
El jueves, el ejército israelí afirmó haber matado a cinco combatientes atrincherados "en una mezquita" en el campo de refugiados Nur Shams de Tulkarem. El movimiento islamista palestino Yihad Islámica, aliado de Hamás, confirmó la muerte de uno de sus comandantes.
Pero, según el gobernador de Tulkarem, Mostafa Taqatqa, fueron abatidos "por un tiro de cohete contra una casa", y no en ningún combate.
El ejército israelí anunció después que había matado a otros dos palestinos en Yenín, y que había "detenido a más de diez individuos atrincherados".
Por la tarde, Yenín seguía siendo escenario de enfrentamientos y las fuerzas israelíes continuaban con su operación en Tulkarem, según dos periodistas de AFP.
Casi la mitad de Tulkarem está sin agua y en el campo de Nur Shams, no la había en absoluto, señaló un empleado municipal de Tulkarem, Hakim Abu Safiyeh. "La destrucción es enorme", agregó.
La ONU cifró el miércoles en al menos 637 los palestinos abatidos por el ejército israelí o por colonos desde el 7 de octubre. Al menos 19 israelíes, incluyendo soldados, murieron en ataques palestinos o en operaciones del ejército, según datos oficiales israelíes.
Según los acuerdos de paz israelo-palestinos de Oslo de 1993, el ejército israelí no debe entrar en las zonas autónomas situadas bajo el control exclusivo de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, que administra parcialmente Cisjordania.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, advirtió que la operación israelí "en Cisjordania ocupada no debe constituir las premisas de una extensión de la guerra a partir de Gaza, incluyendo una destrucción a gran escala".
El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, señaló que el ejército busca "desmantelar las infraestructuras terroristas irano-islamistas" en Cisjordania.
El movimiento Yihad Islámica acusó a Israel buscar "anexionar Cisjordania" con estas operaciones.
Irán denunció "la destrucción brutal de las infraestructuras urbanas y de los servicios" e instó a la comunidad internacional a tomar "medidas inmediatas y eficaces para poner fin al genocidio de la nación palestina".
En la Franja de Gaza, un territorio gobernado por Hamás desde 2007, la Defensa Civil dio cuenta de ocho muertos en nuevos bombardeos en el norte. Una fuente médica señaló a AFP que tres palestinos perecieron en un ataque con dron en el sur.
El ejército israelí indicó que golpeó unos 40 "blancos terroristas" en Gaza en las últimas 24 horas y que eliminó a "decenas de terroristas", uno de los cuales, según el comunicado, participó en el ataque del 7 de octubre.
Ese día, los milicianos islamistas mataron a 1.199 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.
También secuestraron a 251 personas, de las cuales 103 continúan cautivas en Gaza, incluidas 33 que los militares israelíes declararon muertas.
En respuesta, lanzó una vasta ofensiva que ya ha dejado 40.602 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
La guerra sumió a los 2,4 millones de habitantes de Gaza en una situación humanitaria catastrófica.
Los países mediadores entre Israel y Hamás -Catar, Egipto y Estados Unidos- tratan de lograr una tregua y la liberación de los rehenes a cambio de palestinos presos en Israel.