La vicepresidenta Kamala Harris se mostró este jueves firme con la inmigración y la política energética, en su primera entrevista como candidata a la Casa Blanca, en la que abrió la puerta a incluir a un republicano en su gabinete y afirmó que Estados Unidos está preparado a "pasar página" a Donald Trump.
La migración ilegal se ha convertido en un caballo de batalla para las elecciones del 5 de noviembre que disputan Harris, de 59 años, y el expresidente republicano, de 78.
Es uno de los temas favoritos de Trump, quien acusa en sus mítines a los migrantes de todos los males del país y a los demócratas de no hacer lo suficiente para resolverlo.
En la entrevista con la cadena CNN, Harris se esforzó por dar una imagen de líder fuerte.
"Soy la única persona en esta contienda que realmente sirvió en un estado fronterizo como fiscal general para hacer cumplir nuestras leyes, y haría cumplir nuestras leyes como presidenta", afirmó.
"Tenemos leyes que deben cumplirse y ser aplicadas" que abordan "el problema de las personas que cruzan nuestra frontera ilegalmente y debería haber consecuencias", insistió, acompañada por su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz.
"Ahora dice: 'Oh, queremos construir una frontera fuerte'", criticó este jueves Trump en un mitin en Potterville, en el estado de Michigan. "¿Dónde ha estado durante tres años y medio?", soltó.
La candidata demócrata, que se ha convertido en un fenómeno político desde que el presidente Joe Biden se retiró de la carrera electoral el 21 de julio, arremetió duramente contra Trump, acusándolo de haber "dividido" al país.
"Creo que la gente está preparada para pasar página", afirmó.
Aunque las últimas encuestas dan a Harris una ligera ventaja en la intención de voto, la campaña sigue muy reñida y tanto los demócratas como los republicanos intentan ganarse la confianza de los indecisos e independientes.
Por eso, la vicepresidenta transmitió un mensaje de reconciliación, al estimar que "sería beneficioso para los estadounidenses tener a un republicano" en el gabinete.
La exfiscal aseguró que sus "valores no han cambiado" respecto a lo que pensaba cuando se presentó a las primarias en 2020.
Pero cambió de parecer desde entonces en algunos temas como la fracturación hidráulica o "fracking", un método de extracción de hidrocarburos denunciado por los defensores del medioambiente.
"Podemos crecer y desarrollar una economía próspera basada en energías limpias sin prohibir el 'fracking'", aseguró.
Es un tema polémico, sobre todo en el estado de Pensilvania, donde el sector de los hidrocarburos provee numerosos empleos e ingresos.
"Siempre he creído (...) que la crisis climática es real, que es un asunto urgente" y que Estados Unidos debe cumplir "plazos" en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, insistió.
Los republicanos acusan a la vicepresidenta de ser voluble.
Trump dice que no ve la hora de "debatir con la camarada Kamala" el 10 de septiembre. "Ha cambiado su posición en cada tema", acusó en su red Truth Social.
El millonario ha aumentado los ataques personales contra Harris en las últimas semanas.
La acusó de haberse "vuelto negra" por motivos electorales.
Harris, de padre jamaicano y madre india, no quiso entrar en el tema. "Siguiente pregunta, por favor", dijo a la periodista.
Sí habló de un tema político muy delicado: el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás en Gaza.
Reiteró su apoyo al derecho de Israel a defenderse y respondió "no" cuando se le preguntó si cambiaría de rumbo y dejaría de entregar armas al país.
Afirmó, no obstante, que "demasiados palestinos inocentes han muerto" y pidió "un alto el fuego".
Al igual que Harris, Trump recorre los estados bisagra, aquellos donde el voto es muy reñido, como Georgia, donde se grabó la entrevista.
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