La Embajada del Perú en Alemania recibió ocho bienes culturales repatriados por las autoridades alemanas durante una ceremonia en la sala "María Reiche" de la misión diplomática, con la participación del Ministerio Federal para Asuntos Exteriores de Alemania. Entre los objetos entregados se incluyen un cuchillo ceremonial, cerámicas, figuras cuchimilco y un documento histórico del siglo XIX, previamente subastados.
El embajador peruano, Augusto Arzubiaga Sheuch, agradeció la cooperación alemana, reiterando el compromiso de Perú con la protección de su patrimonio cultural como parte de su política exterior e identidad nacional. Asimismo, hizo un llamado para fortalecer la implementación de la Convención de la UNESCO de 1970. Elmar Eich, del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, resaltó la colaboración entre ambos países para combatir el tráfico ilícito y preservar el patrimonio cultural.
El Ministerio de Cultura del Perú anunció la recuperación de 17 bienes culturales prehispánicos que fueron devueltos por Italia. Estos objetos, que pertenecen al patrimonio histórico del Perú, habían sido retirados ilegalmente del país y se encontraban en posesión de particulares en Italia. La repatriación de estas piezas es el resultado de una colaboración entre las autoridades peruanas e italianas, quienes trabajaron en conjunto para lograr su devolución.
Los bienes recuperados incluyen cerámicas, textiles y objetos de metal de distintas culturas precolombinas. Estos objetos serán reincorporados al patrimonio nacional y exhibidos en museos para su conservación y apreciación por parte del público. La recuperación de estos bienes culturales refuerza el compromiso del Perú en la protección y conservación de su herencia cultural, y subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el tráfico ilícito de patrimonio cultural.
Un cuchimilco es una figura de cerámica precolombina que proviene de la cultura Chancay, una civilización que se desarrolló en la costa central del Perú entre los años 1000 y 1470 d.C., antes de la expansión del Imperio Inca. Estas estatuillas son conocidas por su distintiva forma antropomorfa, generalmente representando figuras humanas con los brazos extendidos hacia los lados, lo que algunos interpretan como una posición de bienvenida o protección.
Los cuchimilcos suelen ser de tamaño mediano y están elaborados en arcilla, a menudo decorados con diseños geométricos y pintados en tonos de blanco, negro y rojo. Se cree que estas figuras tenían un propósito ritual, posiblemente relacionadas con prácticas funerarias o ceremoniales, ya que muchas han sido encontradas en tumbas y sitios arqueológicos de la región.
Estos objetos son valiosos no solo por su valor estético, sino también por la información que proporcionan sobre la vida, las creencias y las prácticas de las culturas prehispánicas de la región andina.
