El escritor colombiano Nicolás Guevara está atrayendo a muchos lectores gracias a su llamativa nueva novela. En esta nueva aventura literaria, el autor decidió tomar el cuento que todos conocemos, Caperucita roja, y darle un giro fresco que promete darle voz a todos, además de poner el foco en las historias de romance gay y la capacidad de sentirse orgulloso de sí mismos.
La República habló en exclusiva con Nicolás Guevera, sobre su nuevo libro, los mensajes ocultos en su historia y la importancia de la representación en las novelas juveniles.
La novela retelling de la Caperucita Roja es 'Piel de lobos y brujas: un aullido por la libertad' escrito por Nicolás Guevara, publicado en abril del 2024. El autor describe su libro como "una de sus historias más personales" y afirma que es la clase de novela que le habría gustado leer cuando era un adolescente descubriendo su sexualidad.
—Esta novela es promocionada por la editorial como un retelling de Caperucita roja con fantasía y un romance BL. Es una premisa bastante atrayente y que genera mucha sorpresa, ¿nos podrías brindar más detalles al respecto?
—Este es un retelling de Caperucita Roja pensado para un público 'new adult', esta generación entre los 18 y 25 años más o menos. Es un romance con fantasía en donde Caperucita Roja no es como la típica niña del cuento de hadas que nos han vendido, que se pierde en el bosque de camino a la casa de su abuela y que es acechada por el lobo, sino que en esta historia, fue una cazadora de lobos que limpió su tierra de todos los lobos que acechaban su pueblo y creó la Villa de las Telas, donde hay tres clanes.
El clan de los cazadores, que son las Caperuzas Azules, el clan de las sanadoras, que son las Caperuzas Rosas, y el clan de los urdidores del destino, que son las Caperuzas Esmeraldas. Entonces, cada uno de esos clanes compone ese legado y la historia se remonta muchísimos años después de la existencia de Caperucita Roja. El protagonista, que se llama Elliot, está decidiendo en qué clan va a ingresar una vez que cumple 18 años, debido a que él, cuando era niño, fue salvado por los lobos, que son ese principal enemigo de la Villa de las Telas. Él se embarca en una aventura para entender por qué los lobos lo salvaron y para descubrir quién era Caperucita Roja en realidad.
—¿Y cómo se te ocurrió darle una vuelta tan diferente a un clásico como Caperucita roja?
—Como es una adaptación del cuento clásico, vamos a ver muchísimos elementos de lo tradicional, como el bosque que atraviesa Caperucita, la abuela, el cazador, el lobo, pero los elementos cambian y se adaptan un poco para una audiencia un poco más adulta... Esta historia surge cuando conversaba con mi editora, ella me dijo que le interesaba mucho que trabajáramos un retelling de un cuento clásico. En ese momento estaba junto a una creadora de contenido literario de Colombia, que se llama Kellen Green, y me dijo: "Ojalá lo puedas hacer de uno de estos cuentos menos clásicos que no han tenido tantas adaptaciones, como Pulgarcito, Las habichuelas mágicas, o Caperucita Roja"... Y Caperucita Roja es un cuento que me encanta, es de mis cuentos infantiles favoritos y se me ocurrió el sistema de magia con las caperuzas, empecé a darle forma, y al día siguiente volví y le conté a mi editora.
—Hablemos un poco del protagonista, él se siente un poco perdido porque no encaja y sufre bastante bullying por esto. Siento que eso también es algo que se puede aplicar a la actualidad, ¿qué tan importante fue para ti poder plantear esto en la novela?
—Me alegra muchísimo que digas esto, porque creo que es uno de los componentes más importantes de este libro. Para mí, es un viaje de aceptación y autodescubrimiento, es un libro con un componente LGBTIQ muy importante, un libro de representación de la comunidad. Cuando lo empecé a construir pensé en que quería que fuera el libro que me habría gustado descubrir cuando tenía 16 años, y estaba un poco en ese proceso de entender mi orientación sexual. Pensé que sería interesante sería escribir un libro donde nunca voy a mencionar nada sobre ese temor (descubrir tu propia orientación sexual, sino presentarlo como una analogía con ser diferente, por ejemplo tener una afinidad con los lobos, que es algo que para cualquier persona en este pueblo era impensable.
En nuestras propias familias, grupos de amigos, entrar al colegio, la universidad, han sido muchos los momentos donde hemos sentido, al menos una vez, que no encajamos y esa sensación no es muy chévere. Entonces, explorarla a través de este libro también me ayudó muchísimo, pero también fue una manera de crear un espacio seguro para mis lectores y que sintieran que ese libro los podía acompañar en ese proceso.
—Las jóvenes o los chicos LGBT que están creciendo y que leen esta novela pueden identificar el temor que él siente, de que su familia lo rechace, porque su interés amoroso lo rechace o de que se sepan de qué es diferente.
—Exacto, es muy enfocado a eso, a jugar precisamente con todas esas variables que ocurren. Esos temores son muy latentes y recuerdo mucho que hay una escena donde Elliot tiene una conversación con sus padres para contarles parte de ese secreto que él guarda y yo pensé que era una escena muy similar a cuando uno se tiene que sentar con la familia y decirle "me gustan los hombres". Uno no sabe si va a salir bien o mal; en mi caso salió muy bien, mi familia fue súper receptiva y tengo un privilegio enorme con eso, pero conozco muchísimos amigos, muchísimos lectores, que no la tuvieron tan fácil, entonces fue reunir todo ese montón de experiencias e hilarlas con un mundo fantástico.
—Tuve la oportunidad de entrevistar a Mariana Palova, que también es escritora de fantasía, y ella me contaba lo difícil que era para un autor latinoamericano escribir sobre este género en español, ¿tú también lo sientes de este modo?
—Sí, yo creo que el mercado de la fantasía en Latinoamérica es un mercado que apenas está tomando fuerza. Mariana es un referente impresionante, yo tuve la oportunidad de compartir un evento con ella en FILBO en el 2023. La literatura de Mariana es increíble y, si lo dice una autora como ella, que es tan grande, un referente tan fuerte en Latinoamérica, pues deja ver la realidad a la que nos enfrentamos los autores de fantasía, porque es un género que se está construyendo poco en poco.
—Y cambiando un poco de tema, tengo entendido que tú eres periodista gastronómico, ¿cómo fue este saltar al mundo de los libros de fantasía?
—Con el periodismo gastronómico hay un tema muy interesante. Con 'Piel de lobos y brujas' quería hacer un libro muy sensorial, fue un libro muy yo estoy ahí: mi esencia, mis gustos están ahí. Entonces jugué con precisamente la comida, porque es mi gran fuerte como profesional, por lo que hay un montón de descripciones de olores, de comida... cuando hablamos de ese olor a chocolate caliente en un día que está haciendo mucho frío, o al olor de las plazas de mercado con empanadas... Hay cosas colombianas, pero creo que habrá ciertas similitudes con Perú y con los diferentes países de Latinoamérica, porque mencionó tamales, arepas, bueno, toda esa gastronomía.
—¿Cuáles son tus planes a futuro con tus libros, tal vez que estás trabajando en una novela en este momento?
—Ahora vamos con la publicación de 'El Arca del Zodiaco 3', la tercera parte de esta saga que tengo, es un libro que sí demanda mucho más trabajo. Después se viene otro retelling, que si bien no puedo contar mucho por temas de la editorial, va a ser de nuevo un retelling LGBT, pensado precisamente para esta comunidad... Por ahora lo único que puedo comentar es que va a ser un retelling de Peter Pan, también con mucho romance.
—¿Qué mensaje te gustaría dejar a tus lectores que leyeron 'Piel de lobos y brujas' y sintieron una conexión especial con lo que se estaba contando?
—Me gustaría que se quedaran con la certeza de que las cosas poco a poco mejoran, de que hay un momento en que esos miedos se callan, donde esas incertidumbres desaparecen, que la vida avanza y lo pone uno en los lugares correctos, que con la gente correcta que se vuelve como un abrazo, que te dan la mano para salir adelante de esos problemas y que, eventualmente, van a estar mucho mejor. Espero que sigan encontrando en los libros ese refugio que los respalda en esos momentos de dificultad.