La posibilidad de una tercera guerra mundial es un tema que genera preocupación global y es un escenario cada vez más certero debido a las tensiones geopolíticas y los conflictos internacionales en curso.
Aunque los gobiernos y organizaciones internacionales trabajan para evitar un enfrentamiento de tal magnitud, la acumulación de armas nucleares, los conflictos regionales y las disputas aumentan el riesgo de una escalada bélica siempre esté presente. Sin embargo, existe una nación de América Latina que figura entre los lugares más seguros del mundo ante una posible catástrofe.
Brasil, figura como líder dentro del ranking de los países sudamericanos más seguros en caso de una catástrofe mundial, según el portal de noticias Canal 26. La nación carioca evitaría ser perjudicada por el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, ya que en general Sudamérica estaría exenta al no ser un territorio en el que se desarrollan los hechos.
Brasil se encuentra geográficamente alejada de los principales centros de poder globales y de las zonas de conflicto más probables, como Europa, Asia y Norteamérica. Esta distancia física coloca a Sudamérica fuera del alcance inmediato de enfrentamientos directos.
Puestos más abajo del ranking aparecen los países de Uruguay, Argentina y Chile como otro de los lugares potencialmente seguros. Asimismo, esta se suma a la postura de neutralidad en asuntos internacionales de estas naciones y que no forman parte de alianzas militares como la OTAN.
Australia se perfila como el país con mayores posibilidades de sobrevivir a un conflicto nuclear a gran escala. Este análisis, realizado por la Universidad de Rutgers, ha destacado que la capacidad de esta nación para producir alimentos incluso en un escenario extremo de invierno nuclear. Esta conclusión se basa, principalmente, en la ubicación geográfica que favorece un clima menos afectado por la radiación y las bajas temperaturas postnucleares.
"En el escenario de 150 Tg (el peor), la mayoría de las naciones tendrían una ingesta de calorías más baja que el gasto de energía en reposo. Una excepción es Australia”, señalan los investigadores, quienes también resaltan que —pese a la guerra— su producción de trigo le permitiría aún atender a las necesidades calóricas de la población. Algo similar ocurriría en su país vecino.
Un estudio señala a Nueva Zelanda como un posible refugio seguro en caso de una catástrofe global, gracias a su autosuficiencia alimentaria y baja dependencia de importaciones. En contraste, la mayoría de las naciones del hemisferio norte enfrentarían una grave crisis alimentaria debido a la disminución en la producción agrícola.