SpaceX decidió posponer el lanzamiento de una misión que tenía prevista la primera caminata espacial privada. La empresa liderada por Elon Musk tomó esa radical decisión por motivos de seguridad, ya que buscan priorizar la integridad de los astronautas involucrados en la misión. Este inédito acontecimiento estaba programado para ser un hito en la exploración espacial. Sin embargo, ciertos contratiempos hicieron cambiar la fecha original.
La empresa de Elon Musk, conocida por sus innovaciones en el campo de la exploración espacial, ha demostrado una vez más su compromiso con la seguridad y el éxito de sus misiones. La noticia de la postergación pueda resultar decepcionante para algunos, pero es importante recordar que la tranquilidad de los astronautas es la prioridad número uno en este tipo de operaciones. Además, el cambio de fecha es mínimo.
La misión Polaris Dawn de SpaceX, liderada por Elon Musk, quiere hacer historia al realizar la primera caminata espacial privada. Justamente, estaba prevista para hoy, pero una fuga de helio hizo que el lanzamiento se aplace para este miércoles 28 de agosto.
La decisión de posponer el lanzamiento ha sido tomada con responsabilidad y pensando en el bienestar de los astronautas. SpaceX evaluó todos los detalles y revelaron que lo harán durante la madrugada del miércoles 28 de agosto (3:38 horas). Sin embargo, como medida preventiva, también existen dos oportunidades alternativas de despegue ante cualquier problema técnico, que son a las 5:23 y a las 7:09 de la mañana.
La tripulación, integrada por 4 personas, pasarán 5 días en el espacio y llegarán hasta una distancia de 1400 kilómetros de la Tierra. Se debe tener en cuenta que esta misión se preparó en menos de 3 años, lo cual también es inédito. El rápido avance tecnológico representa una ventaja, aunque no garantiza 100% seguridad.
Asimismo, los profesionales involucrados tomarán todas las precauciones para que el ambicioso proyecto sea un éxito. Por ejemplo, los nuevos trajes fueron evaluados a partir de un bombardeo controlado de piezas de escombros que se movían a velocidades orbitales para comprobar su resistencia a posibles objetos punzantes que generen perforaciones.
Se trata de una mochila que aporta 'oxígeno respirable', remueve dióxido de carbono, partículas y olores, proporciona enfriamiento y humedad controlada dentro de límites seguros y cómodos, según la NASA, por lo que pueden flotar libremente por el espacio. En cambio, los astronautas Isaacman y Gillis deberán recibir estas propiedades a través de tubos conectados a la nave.
Finalmente, el sistema de comunicación y navegación de la cápsula deberá soportar los altos niveles de radiación. Para asegurarse de esto, los ingenieros que desarrollaron el equipamiento lo probaron en un laboratorio oncológico para determinar cuáles son sus límites.
