Se tiene la idea de que el gimnasio y la educación no son compatibles. Hoy, el primer puesto de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), quien apenas terminó la secundaria el año anterior e ingresó en su primer intento, revela que el gimnasio fue parte fundamental en su preparación.
“Amanecía más vital. Siento que, si me hubiera dedicado solo a estudiar, si mi vida se enfocaba en una sola cosa y ni siquiera lo hacía realmente bien, como que te da un bajón, por eso es mejor hacer otra actividad porque tienes la mente más fresca.
Robert Cadenas Nuñez es natural de Barranca y siempre se ha planteado superar retos. Al terminar la escuela, disfrutó de sus vacaciones como cada fin de año hasta que iniciado marzo se dio cuenta de que tenía que hacer algo. Es así como decide prepararse por su cuenta, con libros e internet, para postular a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), pero luego de una semana notó que se estaba tomando mucho tiempo en estudiar un tema y que no sabía organizarse. Así que decidió inscribirse en una academia.
“La primera clase a la que asistí en la academia fue de álgebra, teoría de funciones y volé. Entré en abril, y estaba retrasado un mes desde que inició el semestral (marzo)”, señala Robert en una entrevista con la Academia Grupo Ciencias.
Robert estudió en un colegio particular y, a finales de 2023, se inscribió en un gimnasio, donde acudía cada tarde de 4 p. m. a 6 p. m. Sin embargo, con el tiempo notó que esta rutina no le permitía estudiar en las tardes, ya que luego de volver de hacer ejercicios, solo tenía tiempo para cenar e ir a dormir.
“Los últimos meses me di cuenta de que tenía que cambiar las cosas. Comencé a ir al gimnasio a las 6 a. m. Me levantaba a las 5:50 a. m. y regresaba a casa a las 8 a. m. para empezar mi clase virtual tranquilo”, menciona.
Cuando quedaba poco tiempo para la fecha del examen de admisión, Robert buscó los temas que más habían sido abordados anteriormente para repasarlos. Para ese entonces, ya conocía sus puntos débiles, por lo que decidió enfocarse en ellos hasta entenderlos y dominarlos.
La última semana antes del examen se concentró en las preguntas fijas y los problemas más recurrentes de las pruebas pasadas, con los que fue aprendiendo de sus errores. Sin embargo, este no era el primer examen de admisión al que se presentaba.
En cuarto de secundaria, postuló a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) e ingresó a la carrera de Auditoría Empresarial con menos de 1,000 puntos. Las últimas semanas antes del examen de la UNI, empezó a asistir a los simulacros, donde obtuvo 11.8 y alcanzó el primer puesto.
“Entonces cuando fui a dar el examen, me propuse sacar al menos 13 en la prueba y así fue, obtuve 13.53. En el segundo, sabía que matemática era mi fuerte, entonces quería obtener un promedio mayor de 14. Respondí 34 preguntas y hubo dos de álgebra en las que me equivoqué al sumar. Así que, en lugar de 17, obtuve 15.8”, comenta.
Antes del último examen, Robert observó que en un grupo en redes sociales habían subido un archivo con la posición de todos los postulantes a la UNI y él se encontraba en el top 23.
“Pensé que tal vez podía sacar el primer puesto de mi carrera. Hasta antes de eso iba tranquilo, simplemente quería ingresar, pero vi que tenía posibilidad de algo mayor y no quería quedarme atrás”, indicó.
Imprimió los dos últimos exámenes de la UNI y se puso a resolver los ejercicios de física y química. Esto le permitió terminar con un promedio de 18.8 en la tercera prueba, la cual completó en menos de dos horas.
Robert señala que va al gimnasio por una cuestión de salud y porque lo motiva de cierta manera a obtener resultados, ya que desde que empezó ha pasado de pesar 55 a 62 kilogramos.