El capitán del yate de lujo que se hundió frente a las costas de Sicilia la semana pasada está bajo investigación por homicidio involuntario, informaron el lunes los medios italianos.
James Cutfield, un neozelandés de 51 años, fue una de las 15 personas que sobrevivieron al hundimiento del "Bayesian" el 19 de agosto, en el que murieron siete personas, entre ellas el magnate británico de la tecnología Mike Lynch y su hija.
Los fiscales de la isla italiana anunciaron el sábado que están investigando "posibles delitos de naufragio negligente y homicidio múltiple por negligencia" por el hundimiento del yate a unos 700 metros del puerto de Porticello, cerca de Palermo, tras el paso de una tromba de agua provocada por un fenómeno de gota fría.
Pero en ese momento los fiscales no nombraron a ningún sospechoso y subrayaron que la investigación aún estaba en etapas preliminares. Consultada por AFP el lunes, la fiscalía no respondió.
Lynch, de 59 años, había invitado a amigos y familiares al barco para celebrar su reciente absolución en un caso de fraude masivo en Estados Unidos, relacionado con la venta de su empresa Autonomy al grupo Hewlett-Packard, que podría haberle costado años de prisión.
El velero de lujo, de 56 metros de eslora, fue alcanzado por la tromba de agua en la madrugada y se hundió en cuestión de minutos.
El cuerpo del cocinero del yate fue hallado poco después.
Una gran operación de búsqueda con buzos especializados halló el miércoles los cadáveres de cuatro amigos de Lynch y el jueves, el del propio Lynch. El viernes, los rescatistas hallaron el de su hija Hannah, de 18 años.
Estos seis cuerpos fueron encontrados en las cabinas más cercanas a la superficie, lo cual lleva a creer a las autoridades que probablemente se habían refugiado allí mientras intentaban encontrar bolsas de aire.
El yate está hundido a una profundidad de unos cincuenta metros.