A Lamiss Al Jaar, una beduina israelí de 22 años, aún le cuesta dormir cuando recuerda el ataque que sufrió con su familia a manos de colonos judíos y que desató una ola de indignación en el país.
Fue el viernes 9 de agosto, cuando la familia iba en coche de Rahat, en el desierto del Néguev, en dirección a Naplusa, la gran ciudad palestina situada en el norte de Cisjordania ocupada.
En el vehículo iban su hija de dos años y medio, dos de sus hermanas y una sobrina.
"Nos perdimos", contó a la AFP Raghda Al Jaar, su hermana de 29 años.
Según ella, un hombre al que pidieron indicaciones les dio una dirección equivocada antes de bloquearles el paso con su vehículo cuando quisieron dar vuelta.
Lo que pasó después, contó la policía israelí, fue un "grave ataque", con "lanzamiento de piedras", "amenazas con armas" e "incendio" del vehículo, que entró "accidentalmente" a Givat Ronen.
Lamiss Al Jaar asegura que un hombre amenazó directamente a su hija Elaf con un arma.
Givat Ronen, un puesto de avanzada del asentamiento de Har Bracha, al sur de Naplusa, está dirigido por miembros de la autodenominada "Juventud de las Colinas", un movimiento radical del sionismo religioso que sueña con convertir Cisjordania en tierra judía, invocando los tiempos bíblicos.
"Una decena de colonos armados rompieron todos los cristales del coche" y "nos rociaron con gas" lacrimógeno, continúa Raghda Al Jaar desde la casa de su padre en Rahat.
"Dije (...) que éramos ciudadanos israelíes" y cuando uno de los atacantes "se dio cuenta de que estaba hablando con la policía" por teléfono, me lanzó "una gran piedra al pie", relata. "¡No saldrán vivas de aquí!", amenazó.
Al Jaar, con la pierna izquierda escayolada, utiliza ahora un andador para desplazarse. También dice haber sufrido lesiones en la cabeza.
Su hermana Lamiss, que trabaja en una guardería, terminó con dedos fracturados y asegura que su espalda está "rota".
Con su sobrina Hind Al Jaar, una enfermera de 22 años, cuentan haber huido a toda prisa antes de ser rescatadas por policías y soldados israelíes.
El presidente israelí, Isaac Herzog, llamó a su padre, Adnane Al Jaar, para decirle que estaba "conmocionado" por la violencia y para asegurarle que "todos los ciudadanos de Israel tienen derecho a un trato igualitario y decente", según su oficina.
Los beduinos de Israel, descendientes de pastores musulmanes, se quejan, al igual que otras minorías árabes del país, de discriminaciones.
Al Jaar, que como sus hijas habla tanto hebreo como árabe, asegura que autobuses llenos de israelíes judíos o árabes han venido para mostrarles su apoyo. "Nos hace bien", contó.
La policía detuvo a cinco sospechosos, de los cuales cuatro siguen bajo custodia en la cárcel y el quinto bajo arresto domiciliario.
El padre de familia, un conductor de 59 años, teme no obstante que el caso, como tantos otros, termine archivado.
La colonización israelí de Cisjordania es considerada ilegal por el derecho internacional, pero ha continuado bajo todos los gobiernos, tanto de izquierda como de derecha, desde que Israel conquistó este territorio palestino en 1967.
En los dos últimos años incluso se intensificó, sobre todo desde la formación del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu en diciembre de 2022.
El nuevo ejecutivo, de derecha, incluye a varios ministros de extrema derecha que defienden anexionar toda Cisjordania.
Pero la colonización también se aceleró desde el inicio, el 7 de octubre, de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.
El rabino Benny Lau, destacada figura del judaísmo ortodoxo y partidario de la apertura, subrayó en Facebook la aspiración de "millones" de israelíes que quieren "vivir juntos".
En Rahat, Noa Epstein Tennenhaus, una empresaria de 41 años de Kfar Saba, más al norte, se desplazó a Rahat en muestra de apoyo. Lo hizo con su marido y sus cuatro niños y le dieron un regalo a Elaf.
Cuando me enteré de este drama "lloré", contó a AFP. "Me puse en el lugar de Lamiss (...) atacada por estos monstruos". "El odio ciego acabará matándonos a todos si no le plantamos cara", dijo.