En un restaurante de Tijuana, un mesero protagonizó un momento incómodo que rápidamente se volvió viral en las redes sociales. El cliente había dejado una propina de 25 pesos (1.30 dólares aproximadamente), una cantidad que el trabajador consideró inaceptable para el total de la cuenta, que ascendía a 1.500 pesos (U$78). El camarero, visiblemente molesto, decidió devolver el dinero al comensal, y le dijo que esa cantidad era "una ofensa" para él y sus compañeros.
El trabajador no se quedó callado y le explicó al cliente que, con base en el consumo total, la propina mínima debería haber sido del 10%, es decir, 150 pesos. Según el mesero, 25 pesos era una suma irrisoria que no compensaba el esfuerzo y el buen servicio brindado.
"Si vienen a este restaurante seguido, ya deberían saber cuánto dejar de propina", dijo, con lo que dejó en claro que su sueldo dependía de las propinas que recibía, ya que su salario base no era suficiente.
Ante la queja del trabajador, el comensal, sin perder la calma, le sugirió que pidiera un aumento de sueldo a su jefe en lugar de quejarse por la propina. Este comentario no hizo más que aumentar la tensión, con el mesero que reiteró que la propina dejada era una burla, especialmente en una ciudad como Tijuana, donde muchos trabajadores reciben pagos en dólares debido a su proximidad con Estados Unidos.
La situación escaló cuando el mesero concluyó proponiéndole al comensal que, si no tenía dinero para dejar una propina adecuada, lo mejor sería que fuera a comer a lugares más económicos, como taquerías.
El incidente no tardó en llegar a las redes sociales, donde se desató un debate sobre el comportamiento del mesero y la actitud del cliente. Mientras algunos defendieron al trabajador, al argumentar que las propinas son esenciales para su subsistencia, otros criticaron su manera de manejar la situación, tras sugerir que podría haber abordado el asunto de manera más profesional.