Tras 18 años de vínculo comercial, Argentina dejará atrás una de sus relaciones energéticas más importantes de la región al no importar más gas natural de Bolivia. Aunque se esperaba que el contrato firmado en 2006, durante las gestiones de los expresidentes Néstor Kirchner y Evo Morales, se mantuviera hasta el 31 de diciembre de 2026, este llegará a su fin meses antes debido, en gran parte, a prometedor proyecto argentino que lo remplazará.
Además, esta situación también devela la grave preocupación que se vive en Bolivia debido a la disminución de sus reservas de gas. De esta manera, la nación altiplánica se convertirá será un país de tránsito para el gas que Argentina recibirá, en lugar de ser un proveedor directo.
Los motivos detrás de fin de la importación de gas natural de Bolivia a Argentina son variadas. Según el medio El Deber, desde 2014, Bolivia ha tenido complicación para cumplir los volúmenes de este hidrocarburo producido por la estatal YPFB y Energía Argentina S.A. (Enarsa), con el cual se concretó unos US$20.000 millones en importaciones.
Vaca Muerta, una de las mayores reservas de gas y petróleo no convencionales del mundo, ha sido fundamental para que Argentina logre su autosuficiencia energética. Desde su puesta en marcha, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) ha permitido transportar gas desde este yacimiento a distintos puntos del país, sustituyendo importaciones de combustibles líquidos y gas natural licuado (GNL) por un valor superior a los 2.500 millones de dólares anuales.
Con la finalización de la planta compresora en Tratayén, Neuquén, la capacidad operativa del gasoducto ha aumentado a 16 millones de metros cúbicos diarios, con picos de hasta 18 millones. Además, se espera que la capacidad se incremente en otros 5 millones de metros cúbicos diarios con la terminación de la planta compresora de Salliqueló entre septiembre y octubre de 2024.
La reversión del Gasoducto Norte es uno de los proyectos más significativos en la transformación del suministro de gas en Argentina. Originalmente diseñado para traer gas desde Bolivia hacia el norte argentino, este gasoducto está siendo modificado para transportar el gas producido en Vaca Muerta hacia siete provincias del norte del país e incluso hacia Brasil. Las empresas Techint y Sacde, responsables de la construcción, han completado recientemente un tramo de 100 kilómetros de este ducto en la provincia de Córdoba.
La finalización de esta obra está prevista para septiembre de 2024, y se espera que su operación aumente la capacidad de transporte de gas natural desde el centro hacia el norte del país a 19 millones de metros cúbicos diarios. Esta infraestructura no solo permitirá reducir la dependencia de importaciones, sino que también posicionará a Argentina como un exportador clave en el mercado energético regional, lo que podría generar un superávit energético anual de 5.000 millones de dólares.