El Hezbolá libanés anunció el domingo haber realizado una operación militar a gran escala con drones y cohetes contra objetivos militares en Israel en represalia por el asesinato de uno de sus líderes, que el ejército israelí intentó limitar con bombardeos en Líbano.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró el estado de emergencia en el país a partir de las 06H00 locales (03H00 GMT) y durante 48 horas.
Inmediatamente después, el primer ministro Benjamin Netanyahu celebró una reunión de su gabinete de seguridad, al término de la cual prometió hacer "todo lo necesario" para garantizar la seguridad de los habitantes del norte de Israel.
La comunidad internacional lleva semanas expresando su temor a una escalada militar regional entre Irán y sus aliados, por un lado, e Israel, por otro, a raíz de la guerra de Gaza, donde tras diez meses sigue sin lograrse un alto el fuego pese a varias rondas de negociaciones.
El presidente estadounidense, Joe Biden, sigue "de cerca" los acontecimientos y un portavoz del Pentágono declaró que Estados Unidos está "dispuesto a apoyar" la defensa de Israel, su aliado.
Hezbolá, movimiento islamista libanés armado y financiado por Irán, enemigo jurado de Israel, había amenazado con represalias tras la muerte el 30 de julio de uno de sus jefes militares, Fuad Shukr, en un ataque israelí en la periferia sur de Beirut.
Hezbolá, Irán y el movimiento islamista palestino Hamás -que libra una guerra contra Israel en Gaza desde hace más de diez meses- también amenazaron con responder al asesinato del exdirigente de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán el 31 de julio, atribuido a Israel aunque este no lo reconoció.
Desde Beirut, Hezbolá afirmó en un comunicado haber lanzado "un ataque aéreo con un gran número de drones" contra territorio israelí. Aseguró haber lanzado también "más de 320" cohetes Katiusha contra 11 bases militares en Israel y en los Altos del Golán sirio ocupados por Israel.
Después aseguró que su operación "terminó" por ahora y que había sido un "éxito". El ataque tuvo como objetivo "cuarteles y posiciones israelíes buscando facilitar el paso de drones de ataque" a territorio israelí "en profundidad", aseguró el movimiento, políticamente muy influyente en Líbano.
Las afirmaciones israelíes "sobre las acciones preventivas que realizó (...) y el fracaso del ataque de la resistencia son afirmaciones vacías", afirmó.
Su líder, Hasan Nasralá, anunció una declaración al respecto el domingo a las 15h00 GMT.
El ejército israelí afirmó haber llevado a cabo ataques preventivos en Líbano, en los cuales "un centenar" de sus aviones de combate destruyó "miles de plataformas lanzacohetes" pertenecientes al movimiento libanés.
"La mayoría de estos lanzadores estaban dirigidos hacia el norte de Israel y algunos hacia el centro de Israel", añadió.
La operación se lanzó para "eliminar las amenazas contra los ciudadanos israelíes", aseguró el ejército que ya de madrugada había detectado "preparativos de Hezbolá de realizar grandes ataques en territorio israelí".
El ejército israelí afirmó en X que Hezbolá había disparado "más de 150 proyectiles desde Líbano hacia Israel". Pero no informó de que si fue alcanzada alguna posición militar israelí.
Según el canal de televisión Al Manar de Hezbolá, las incursiones israelíes tuvieron como objetivo los bosques de Kunin Rashf, Al Tayri, Beit Yahun, Al Jardali, Zawtar, Iqlim Al Tufá y Al Rayhan, en el sur del Líbano.
Las autoridades libanesas informaron de tres muertos en los bombardeos israelíes.
En Tel Aviv, el aeropuerto Ben Gurión anunció el atraso o desvío de vuelos tras el inicio del ataque de Hezbolá, pero estos se reanudaron poco después.
También el aeropuerto de Beirut funcionaba con normalidad el domingo por la mañana.
Por instrucción del presidente Joe Biden, "altos funcionarios estadounidenses se han comunicado continuamente con sus homólogos israelíes", dijo en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett.
"Seguiremos apoyando el derecho de Israel a defenderse y trabajando por la estabilidad regional", agregó.
El fuego cruzado entre Israel y Hezbolá se ha intensificado desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, entre Israel y Hamás.
El conflicto se inició el 7 de octubre, cuando combatientes del movimiento islamista palestino atacaron el sur de Israel y mataron a 1.199 personas, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en cifras oficiales.
También tomaron 251 rehenes, de los cuales 105 continúan en Gaza, incluidos 34 que los militares israelíes declararon muertos.
En respuesta, Israel prometió destruir Hamás y lanzó una vasta ofensiva de represalia que ya ha dejado al menos 40.334 muertos en Gaza, según el ministerio de Salud del territorio, que no detalla cuántos son civiles y cuántos combatientes.