En el Centro de Lima se erige un convento fundado en 1535 que conserva las reliquias de los santos más venerados del Perú. Todas las personas quedan cautivadas al visitar este templo lleno de historia, tradición y arte religioso. En el interior del recinto sagrado se pueden admirar pinturas e imágenes que datan de la época colonial.
Este santuario, creado por los frailes dominicos, cuenta con una impresionante arquitectura colonial que fusiona de manera magistral estilos barrocos y neoclásicos. Incluso ostenta una biblioteca que alberga una valiosa colección de más de 25.000 libros y manuscritos antiguos. Algunos de estos volúmenes pertenecen al siglo XV.
La Basílica de Santo Domingo, ubicada en el cruce de los jirones Conde Superunda y Camaná, conserva las reliquias de los santos Rosa de Lima y Martín de Porres. En una entrevista con Andina, el padre Luis Enrique Ramírez Camacho, director del museo del Convento Santo Domingo, precisó que el cráneo de Santa Rosa se encuentra en la Basílica de Santo Domingo y sus omóplatos están en el museo del convento.
Entre las valiosas reliquias que custodia la basílica figuran el cráneo de San Martín de Porres, el primer santo mulato de América, y el cuerpo casi completo de San Juan Macías, un religioso dominico español que dedicó su vida a la evangelización del Perú desde 1620.
"Para observar estas reliquias, los fieles no necesitan pagar absolutamente nada porque se encuentran dentro de la iglesia, en uno de los altares. Las reliquias se han colocado debajo de las imágenes de los santos peruanos", añadió Ramírez.
El padre Ramírez agregó que otro de los lugares destacados de la iglesia de Santo Domingo es la sacristía, donde se conservan reliquias de santos mártires romanos enviadas desde la capital italiana hace muchos años. Lamentablemente, el acceso a este espacio ha sido suspendido desde la pandemia de COVID-19 para proteger la salud de los hermanos dominicos, quienes utilizan diariamente este recinto para las celebraciones litúrgicas.
Las catacumbas son otro de los atractivos de la Basílica de Santo Domingo, ubicadas debajo de la iglesia. En estos subterráneos reposaban los frailes dominicos y las figuras más prominentes de la sociedad limeña durante la época colonial. Aunque la catacumba fue clausurada en el siglo XIX, aún es posible visitar algunos de los restos mortales que se conservan en su interior.
El museo del Convento de Santo Domingo alberga una rica colección de artefactos, que incluye pinturas coloniales, esculturas de madera tallada, objetos litúrgicos en oro y plata, así como libros antiguos y manuscritos, entre otras piezas de gran valor histórico y artístico.
En este lugar se halla la capilla de Santa Rosa de Lima, construida en el siglo XVII y adornada con murales y frescos de la época que ilustran escenas de la vida de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América Latina. Para los devotos de San Martín de Porres, el convento de Santo Domingo cuenta con un museo dedicado a este santo, donde se exhiben objetos personales significativos, como su hábito, su mesa de trabajo y su cama.
Por otra parte, uno de los espacios recientemente abierto al público es la torre del Convento de Santo Domingo, que en la época virreinal servía a los españoles para vigilar la llegada de los barcos al puerto del Callao. Con una altura de 46 metros, la torre posee 135 escalones y tiene 9 campanas. En su cima, se erige una imagen de San Miguel Arcángel, el patrono y protector de la orden dominica.