A inicios de junio el Congreso aprobó, con apenas 38 votos, en segunda instancia el proyecto que reforma el sistema de pensiones, gestado por Fuerza Popular desde la Comisión de Economía —presidida en la legislatura anterior por César Revilla—.
Ayer se sometió a reconsideración dicha segunda votación, pero no recibió el respaldo de la mitad más uno de los congresistas hábiles: apenas logró el de 56 parlamentarios. Fue rechazado por 36 y 7 se abstuvieron.
De esa manera, el Congreso escribirá la autógrafa y la enviará al Poder Ejecutivo para observarla o promulgarla.
La República, en más de una ocasión, ha recogido la postura de especialistas de diversos credos y frentes, quienes coinciden en que la reforma previsional, aparte de carecer de un debate riguroso, no traerá cambios sustanciales para el grueso de peruanos ajenos al sistema.
Javier Olivera, docente de la PUCP, sostuvo que no es una reforma que haya atacado el problema porque existe la proliferación de programas y pensiones que no conversan entre sí.
Sobre la pensión por consumo —el pilar más defendido por el fujimorismo que permitirá a todos sin distinciones abonar 1% de sus comprobantes de pago en establecimientos para su vejez— Olivera argumenta que las personas con mayores ingresos se beneficiarán y el Estado dejará de captar impuestos por el IGV.
Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacifico Business School, explicó que con la tasa de 1% se abonaría S/10 mensuales a la jubilación, considerando que el ingreso promedio de los peruanos es de S/1.700 al mes y, “lo más ideal” es que destinen S/1.000 para compras con IGV: en un plazo de 30 años, tendrían más de S/20.000 y ello generaría una pensión de S/103.
“¿Cuánto va al IGV? Las frutas y las verduras no tienen. En el mercado (de abasto) casi nada lo tiene. Un servicio como alquiler, tampoco. Y esos S/103 son considerando la tasa de rentabilidad histórica de las AFP de 10% anual”, comentó a este diario en su momento.
Según el dictamen, las AFP quedan facultadas a cobrar comisiones por administrar estas pensiones complementarias.
No obstante, Rosangella Barbarán (Fuerza Popular) sostiene que la reforma busca que “las AFP paren sus abusos” y aseguró que se pagarán comisiones solo cuando “nos hagan ganar (a los afiliados)”.
El texto reza que, efectivamente se cobrarán comisiones por resultados mas no especifica a cuánto ascenderá. “De S/100, un sol irá a tu fondo. Además las AFP tendrán competencia”, resaltó a Canal N, en referencia al ingreso de entidades financieras a este mercado.
Se establece una pensión mínima de S/600 siempre y cuando se cumpla con todas las unidades de aportes. Si cotizó 10 años, pero menos de 15, le corresponde una pensión de S/300, y si aportó 15 años, pero menos de 20, S/400. Si no alcanza, el Estado complementa las pensiones.
Se crearán cuentas nacionales en la ONP para que cada jubilado tenga una pensión según sus aportes, que hacia 2023 debería implementarse y recibir un bono de reconocimiento si migran de la ONP a la AFP.