El proceso para obtener la residencia permanente y eventualmente la ciudadanía en Estados Unidos podría acortarse para más de 500.000 de migrantes. A menos de tres meses de las elecciones presidenciales de noviembre, el gobierno de Joe Biden ha implementado un nuevo programa de inmigración que favorecerá a quienes han vivido en el país sin estatus legal por más de una década.
El programa, según las autoridades estadounidenses, forma parte del compromiso del presidente Joe Biden de fortalecer la unidad familiar dentro del sistema migratorio. En esta nota, te contamos toda la información sobre la excelente para los migrantes que residen en Estados Unidos.
El Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) comenzó a aceptar solicitudes para el programa Parole in Place, también conocido como Manteniendo a las Familias Juntas, a partir de este lunes 19 de agosto. Este programa, anunciado en junio, permitirá a muchas personas obtener permisos de trabajo y solicitar la residencia permanente o tarjeta verde sin necesidad de salir del país. Las solicitudes se pueden realizar a través del formulario en línea I-131F, con un costo de 580 dólares.
En diálogo con El País, el abogado de inmigración Willy Allen contó: “El Parole in place es algo maravilloso, dirigido a aquellas personas que llevan más de diez años de manera ilegal en Estados Unidos, que entraron al país antes de junio de 2014″.
“El beneficio principal va a ser para mexicanos. Las propias estadísticas del Gobierno dicen que, entre las personas que pueden calificar, el 60% va a ser mexicanos, el 20% centroamericanos de Nicaragua, Honduras, Guatemala y el Salvador, y el resto de otros lugares de América Latina”, agregó.
El nuevo programa beneficiará a aproximadamente 500.000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses y alrededor de 50.000 hijastros que residen en el país, según datos oficiales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) detalló que aquellos cónyuges e hijastros solteros menores de 21 años que ingresaron al país de forma irregular y han vivido allí por al menos 10 años, hasta el 17 de junio de 2024, podrán ajustar su estatus legal.
Los solicitantes deben cumplir con ciertos requisitos, como no tener antecedentes penales que representen una amenaza para la seguridad nacional o pública, y en el caso de los cónyuges, estar en un matrimonio legalmente reconocido con un ciudadano estadounidense.
El DHS también señaló que aquellos en proceso de deportación o con órdenes de deportación podrían calificar para una libertad condicional, evaluándose cada caso de manera individual para determinar si se justifica la permanencia temporal por razones de interés público significativo o necesidades humanitarias urgentes.
Un portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) explicó a El País que este programa está dirigido a cónyuges de ciudadanos estadounidenses que ya cumplen con los requisitos para la residencia legal permanente, pero que se encuentran en el país sin haber sido admitidos oficialmente. En cuanto al motivo de que el programa no incluye a padres y hermanos, el portavoz indicó que ellos pueden solicitar la residencia permanente a través del proceso I-130.