A diferencia de un trabajo estable, el camino del emprendimiento y los negocios requiere de mucho más sacrificio y determinación. El piurano Gonzalo Velázquez lo sabe muy bien por experiencia propia, luego de que su negocio quiebre dos veces. Posteriormente, la persistencia lo inspiró a intentarlo una vez más y hoy es dueño de una hamburguesería en Lima y un restobar en Piura.
Luego de culminar sus estudios en Administración de Empresas en la Universidad de Piura, Gonzalo Velázquez, piurano de 33 años, migró a Lima para conseguir trabajo como mucha gente del interior del país. No obstante, desde su etapa universitaria pensaba en tener un negocio propio. Cuenta con una maestría en Administración y gestión de empresas en su casa de estudios y otra en Administración de empresas en la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, Estados Unidos.
Gonzalo cuenta que conoce este modelo de negocio desde los 17 años y, desde 2014, por un trabajo universitario, se enamoró de esta opción de emprendimiento, que considera sencilla y de baja demanda de tiempo para el dueño.
Después de trabajar algunos años en su carrera, decidió a los 29 dar el siguiente paso y emprender. Sin embargo, antes de iniciar su ‘travesía’ conversó con un tío, hermano de su padre, quien tiene una exitosa cadena de hamburgueserías en Piura, para abrir sucursales en Lima.
“Vino la pandemia y no pudimos sacar nada adelante, pero yo me quede con esas ganas de hacerlo porque ya tenía todo y me sentía listo para hacerlo. Tuve que tocar las puertas de otros familiares para buscar financiamiento porque no tenía capital en ese momento y de repente a los 2 días me llama el banco y me dice que tengo un préstamo aprobado de 50.000 soles. Tomé la decisión de tomar el crédito porque pensé que sería mejor pagarle al banco una tasa del 11% en 4 años que tener que pagarle a un socio una renta de por vida”, cuenta Gonzalo en entrevista para el canal de Youtube Emprende Foddie.
Velázquez abrió La Burguer en diciembre de 2020, apenas meses de haberse desatado la peor crisis sanitaria en la historia de los últimos años del Perú. La situación pudo haber afectado su negocio, que terminó quebrando en agosto de 2021.
Fue un socio, de nombre también Gonzalo, quien lo animó a reabrir el negocio. Pero esta vez la situación había cambiado.
“Desde el primer mes que abrimos el negocio fue rentable, recuperamos la inversión al cuarto mes. Hoy sacamos entre 60 a 80 productos diarios, es una demanda muy estable, predictiva”, indicó.
La segunda vez que quebró La Burguer fue por subir los precios en agosto de 2022, por lo que luego de aquella frustrante experiencia, Gonzalo decidió aumentar la tarifa de todos los productos, salvo del más vendido.
“De febrero a abril, la gran mayoría de restaurantes subió los precios por temas económicos y sociales. Nosotros teníamos ese temor de subir de precios y que dejen de comprar. Subimos todos los precios menos el de nuestro producto estrella, la hamburguesa simple, que costaba 12,90. Tomamos esta decisión de no mover el precio base, porque de las dos veces que quebré una fue por esto, por subir los precios”, señaló.
Aquella primera vez que subió los precios de la hamburguesa principal de S/9.90 a S/10.90, las ventas mensuales se redujeron de S/7.000 a S/2.500. Hoy, en su tercer intento, vende en promedio S/30.000 mensuales.
Acerca de emprender en el rubro gastronómico, el piurano de 32 años resalta que es importante tener un producto agradable al paladar del público que se busca y a partir de ello complementarlo con calidad de servicio, consistencia y cumplir los horarios de atención.
“Para empezar en negocios hay que tener agallas. Meter plata a un negocio es tirar un balazo al aire y ver si te van a salir las cosas bien, es un riesgo. Y hay que insistir, no hay ninguna persona en la faz de la tierra que se haya hecho millonario de la nada, salvo los que heredaron, pero quienes no fueron al colegio y son adinerados, son dos o tres en el mundo. Los demás tenemos que insistir”
Actualmente, Gonzalo cuenta con dos emprendimientos: La Burguer, ubicado en la avenida principal 501, en el distrito limeño de Surquillo, Lima, y Alba Rooftop, en Piura.
