Las reservas estadounidenses de petróleo crudo cayeron 4,6 millones de barriles (mb) la semana pasada, según datos publicados el miércoles por la Agencia estadounidense de Información sobre energía (EIA).
Esta cifra es más del doble de lo esperado por el mercado.
Los analistas vaticinaban una contracción de 2,2 mb en la semana terminada el 16 de agosto, según el consenso recabado por la agencia Bloomberg.
Esta sensible caída de reservas comerciales se explica en particular por un incremento del procesamiento de crudo en refinerías, que funcionaron al 92,3% de su capacidad frente a 91,5% constatado la semana anterior a la medición. La tasa de utilización de las refinerías sube desde hace tres semanas.
La caída de reservas de petróleo ocurrió a pesar de un aumento del 3% en una semana de las importaciones netas (importaciones menos exportaciones).
A su vez, la producción aumentó ligeramente, hasta su récord de inicios de agosto, a 13,4 mb diarios (mbd).
En tanto, la entrega de productos refinados, un indicador implícito de la demanda, registró una ligera caída de 0,5%.
Los stocks de gasolina se redujeron en 1,6 millones de barriles frente a 1,8 millones de caída que esperaban los analistas.
"Los precios se benefician de este informe favorable, aunque el mercado está a merced de la geopolítica", resumió Matt Smith, de la consultora Kpler, en alusión a la situación tensa en Medio Oriente generada a partir de los conflictos de Israel con el grupo palestino Hamás y el libanés Hezbolá.
Luego de un sobresalto tras la publicación del informe de la EIA, el precio del oro negro se estabilizó. Hacia las 15H50 GMT, el barril de WTI para entrega en octubre se mantenía estable en 73,17 dólares.