En el Perú existen más de 3.000 personas que padecen hemofilia, las cuales corren el riesgo de no volver a vivir con normalidad por falta de Factor VIII.
Este jueves 8 de agosto, familiares y pacientes que sufren hemofilia, enfermedad que no permite que la sangre coagule con normalidad, llegaron a la sede central de EsSalud para protestar ante el desabastecimiento del Factor VIII, medicamento principal para los que padecen este mal.
El Factor VIII es como la insulina para los diabéticos, un medicamento fundamental que permite a los pacientes de hemofilia poder vivir con normalidad. Sin embargo, los pacientes indicaron que hace tres meses vienen recibiendo menos de lo normal, esto les impide estudiar, trabajar y hasta caminar.
"Hubo una mala coordinación con los proveedores, hay desabastecimiento y podría llegar a desaparecer por completo el medicamento", indicaron los pacientes.
Este fármaco solo puede ser adquirido mediante una licitación, así que la vida de los más de 3.000 pacientes que sufren este trastorno está en manos del estado.
A Joseph Valcarráz Camacho (30) le detectaron hemofilia cuando tenía 9 meses de nacido y tuvo que pedir permiso a su trabajo para poder sumarse a la protesta y nos cuenta que EsSalud justificó la falta de Factor VIII por problemas con el proveedor.
"Nos indicaron que el proveedor no tiene la capacidad para poder abastecer al hospital (…) EsSalud también tiene la responsabilidad porque debieron haber previsto esto", sostuvo.
Joseph Valcarráz también nos comenta que ya van tres meses en los que vienen recibiendo el medicamento de manera parcial o con retrasos, pero lo más grave es que ya han recibido la información que se podría escasear por completo.
"Nos han avisado que el desconocimiento va a continuar y que guardemos reservas del medicamento o usemos menos, esa es la solución que nos está dando EsSalud (…) el año pasado pasó lo mismo, pero no a tal gravedad como ahora", indicó.
El joven de 30 años asegura que por los constantes desabastecimientos del Factor VIII, ha llegado a su edad con las articulaciones desgastadas.
Además, comentó que EsSalud estaría evaluando utilizar el crioprecipitado, un tratamiento que dejó de usarse porque podría causar enfermedades como el VIH o hepatitis.
"No nos pueden poner un medicamento que se usaba en los 90, sería 25 años de retroceso, si nos ponen el crioprecipitado (…) de no contar con el Factor VIII nos volverían personas improductivas", recalcó.
Luces Núñez (18) es un joven trabajador que se sumó a la protesta junto con sus padres, él es consciente de lo importante que es el Factor VIII en su vida. En los últimos meses, ha tenido que ir a trabajar con malestares y no puede vivir su juventud como los demás.
"Gracias al medicamento puedo vivir con normalidad, ahora he tenido que ir con dolores al trabajo (…) las personas que hemos pagado un seguro merecemos calidad de vida, no me parece justo que EsSalud no se preocupe por nuestra vida", sostuvo.
Luces ejemplifica lo complicado que sería el vivir sin la cantidad necesaria del medicamento en su día a día, al ser un joven que trabaja y estudia debe estar en constante movimiento y un mal golpe en estas circunstancias podría ser fatal.
"Si es que yo estoy en un bus y frena de golpe, el sangrado va a ser mucho más fuerte porque no tengo la cantidad necesaria de Factor VIII en mi cuerpo (…) mi vida está en riesgo", declaró.
Rosa Cardoso Paredes (68) formó parte de la protesta en representación de su hijo de 47 años, quien no pudo asistir porque debía trabajar para sostener a la familia. Ella denuncia la falta de prevención por parte de EsSalud ante este desabastecimiento del Factor VIII y nos cuenta lo importante que es contar con el medicamento.
"Ellos no se puede operar, no se pueden colocar un diente, no se pueden inyectar, si no tienen el Factor VIII (…) yo siempre he apoyado a mi hijo desde que nació y lo seguiré haciendo hasta el final", sostuvo.
Otro caso similar es el de Viviana Valdéz, madre de un niño de 14 años que padece del trastorno, denuncia que EsSalud no realizó la licitación correcta y gracias a eso su hijo no puede estudiar ni jugar con tranquilidad.
"Ellos piensan que nuestros hijos deben estar echados en la cama, no es así, ellos deben hacer su vida normal como cualquier otro niño (…) no saben lo difícil que es decirle a mi hijo, no te muevas, no camines, solo porque no tiene la medicina", expresó.
Algunos manifestantes ingresaron a las oficinas de EsSalud para poder llegar a un acuerdo, mientras tanto los familiares se encuentran al exterior a la espera de una respuesta que les devuelva la tranquilidad.
