Según un informe reciente de Berkshire Hathaway Travel Protection, un país en América ha sido reconocido como el más seguro del mundo para vivir y trabajar, superando a otras naciones destacadas como Estados Unidos y Costa Rica.
El país que ha obtenido este prestigioso reconocimiento es Canadá. Este logro se debe a varios factores que hacen de Canadá un destino ideal tanto para residentes como para trabajadores extranjeros.
Uno de los aspectos más destacados en el informe es el bajo índice de criminalidad en Canadá. Las ciudades canadienses, tanto grandes como pequeñas, son conocidas por ser extremadamente seguras. La tasa de delitos violentos es considerablemente menor en comparación con otros países de América, lo que brinda tranquilidad a sus habitantes.
El sistema de salud en Canadá es otro factor que contribuye a su reputación como el país más seguro para vivir. Los residentes tienen acceso a atención médica gratuita y de alta calidad, lo que no solo garantiza el bienestar físico de la población, sino que también reduce el estrés financiero asociado con problemas de salud.
Canadá es reconocido por su estabilidad política y económica. El país tiene un sistema democrático robusto y una economía diversificada que proporciona oportunidades laborales estables y bien remuneradas. Esta estabilidad crea un entorno seguro y predecible para vivir y trabajar.
Aunque Estados Unidos es una potencia económica mundial, enfrenta desafíos significativos en términos de seguridad y acceso a la salud. Los altos índices de criminalidad en algunas áreas urbanas y el costo elevado de los servicios de salud son factores que afectan la percepción de seguridad en el país.
Canadá se destaca no solo por ser el país más seguro del mundo, sino también por ser una opción atractiva para residir y trabajar. Con un salario promedio de US$ 1580, los trabajadores en Canadá pueden cubrir sus gastos diarios y ahorrar aproximadamente US$ 400 al mes.
El país ofrece numerosas ventajas, entre ellas un sistema de salud y educación pública de alta calidad, estabilidad política y económica, y una rica diversidad cultural.
El sistema de salud y educación en Canadá son públicos y de alta calidad, ambos financiados por el estado. Esto asegura que los ciudadanos tengan acceso a servicios esenciales y una educación excelente sin costos financieros adicionales.