El general Carlos Enrique Chávez Cateriano, comandante general de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), ha confirmado la compra de dos aviones Boeing 737-800 para renovar la flota presidencial y de transporte militar. Estas aeronaves reemplazarán al antiguo Boeing 737-528, en servicio desde 1991, y al Boeing 737-282, retirado tras 45 años de operación debido a razones de seguridad.
La adquisición de los dos aviones Boeing 737-800 se realizó mediante el proyecto ‘Adquisición de avión de transporte militar! del Grupo Aéreo N° 8 en Callao, el cual tiene un Código Único de Inversión N° 2475661.
La inversión inicial, prevista para octubre de 2023, era de 209.72 millones de soles (56.11 millones de dólares). Sin embargo, modificaciones en los requisitos y fluctuaciones en el mercado internacional han incrementado el presupuesto necesario a unos 76 millones de dólares, lo que superaría los 270 millones de soles.
Para maximizar la eficiencia económica, la adquisición se realizará en el mercado de segunda mano. Inicialmente, se intentó concretar la compra a través de la Canadian Commercial Corporation (CCC), una entidad estatal canadiense. No obstante, surgieron complicaciones contractuales que impidieron finalizar el acuerdo sin pérdidas económicas para Perú.
El proceso de compra ahora está bajo la supervisión de la Oficina de Cooperación Internacional de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una entidad adscrita a la ONU. Este nuevo enfoque asegura transparencia y responsabilidad en el uso de los fondos públicos.
En una reciente entrevista, el general Chávez Cateriano mencionó que se está solicitando la partida presupuestal para finalizar la adquisición, con la expectativa de cerrar las negociaciones a finales de este año y recibir las aeronaves en el primer semestre de 2025.
Los aviones Boeing 737-800, que tendrán entre 10 y 15 años de operación, contarán con certificaciones tanto de Boeing como de la OACI. El general destacó que esta modalidad de compra ha sido efectiva en otros países, como Argentina, y resaltó las ventajas económicas y operativas de optar por aeronaves de segunda mano bien mantenidas.
Adquirir aviones nuevos implicaría una espera prolongada y un costo mucho mayor, superando los 150 millones de dólares por unidad. En contraste, los aviones usados, garantizados y con motores renovados, pueden ofrecer hasta 30 años adicionales de servicio eficiente, lo que representa una inversión sensata y estratégica para la FAP.
Esta renovación de la flota aérea no solo garantiza mayor seguridad y eficiencia en las operaciones, sino que también optimiza el uso de los recursos económicos del Estado, alineándose con una gestión transparente y responsable.