En el estado de Florida, las leyes de tráfico son rigurosas, y uno de los delitos más frecuentes es conducir sin una licencia válida. De acuerdo con la normativa estatal, la infracción puede acarrear diversas sanciones. En esta nota, te contamos en qué consisten las multas y en qué situación el gobierno puede incautar tu vehículo.
La normativa se aplica a cualquier ciudadano cuya licencia haya sido suspendida, revocada o cancelada, excepto en el caso de los “infractores habituales de tráfico”. Las sanciones por manejar sin una licencia válida en Florida varían según ciertos factores, como el conocimiento del conductor sobre la suspensión o revocación de su licencia.
La multa por conducir sin una licencia válida en Florida puede alcanzar los 500 dólares, aunque el juez tiene la facultad de ajustar este monto según las circunstancias del caso. Además de la multa, el conductor podría enfrentar hasta 60 días de prisión. En caso de reincidencia, la multa puede elevarse a 1.000 dólares y la pena de prisión a un año.
Si una persona maneja con una licencia suspendida, revocada o cancelada sin saberlo, comete una infracción de tráfico considerada un delito menor de segundo grado, con sanciones estipuladas en los capítulos 775.082 o 775.083 de los estatutos de Florida
Para una segunda o subsiguiente condena por la misma infracción, la penalización se incrementa a un delito menor de primer grado, con sanciones más severas. Si el conductor es consciente de que su licencia está suspendida, revocada o cancelada, la penalización es aún más estricta.
Desde la primera condena, se considera un delito menor de primer grado, lo que puede resultar en una pena de prisión. En el caso de una tercera o subsiguiente condena, la infracción se convierte en un delito grave de tercer grado.
En Florida, conducir con una licencia suspendida o revocada debido a delitos graves como manejar bajo la influencia del alcohol o drogas, negarse a una prueba de alcohol en sangre, causar un accidente con lesiones graves o huir de la policía, se clasifica como un delito grave de tercer grado. Estas infracciones pueden conllevar penas más severas, incluyendo prisión
Aquellos designados como “infractores habituales de tráfico” que conduzcan en las carreteras de Florida también enfrentan un delito grave de tercer grado. Según la sección 322.264 de los estatutos de Florida, un “infractor habitual de tráfico” es alguien con múltiples suspensiones de licencia por infracciones de tráfico.
Para quienes conducen vehículos comerciales con una licencia suspendida, revocada, cancelada o descalificada, las penalizaciones varían. Una primera condena se considera un delito menor de primer grado, mientras que una segunda o subsiguiente condena se eleva a un delito grave de tercer grado.
La ley de Florida permite la inmovilización o incautación de vehículos en ciertos casos de conducción con una licencia suspendida. Esto se aplica a conductores con condenas previas por esta infracción y que cumplen con criterios específicos. La policía puede llevar a cabo la inmovilización o incautación, y los costos asociados son responsabilidad del propietario del vehículo.
Además, la ley de Florida ofrece una opción de cumplimiento en lugar de pagar multas o comparecer ante el tribunal en algunos casos de conducción con una licencia suspendida. Las personas sin condenas previas por delitos violentos pueden optar por esta alternativa presentando un “nolo contendere” (no disputar los hechos) y proporcionando pruebas de cumplimiento a la corte o a un buró de infracciones de tráfico autorizado.