Debido a su ubicación geográfica, Estados Unidos experimenta una alta actividad sísmica. Sin embargo, el país cuenta con un avanzado sistema de alerta temprana, y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) monitorea continuamente todos los movimientos telúricos en el territorio.
Mantente informado en tiempo real sobre los detalles del último sismo ocurrido en el país norteamericano.
Un temblor se origina por la liberación repentina de energía acumulada en la corteza terrestre debido a la fricción entre las placas tectónicas. Estas placas, gigantescas secciones de la litosfera, se mueven lentamente sobre el manto terrestre. Cuando las fuerzas de fricción superan la resistencia de las rocas en los bordes de las placas, se produce una fractura y la energía acumulada se libera en forma de ondas sísmicas, provocando el temblor.
El punto dentro de la Tierra donde se origina esta fractura se llama foco o hipocentro, mientras que el punto directamente sobre la superficie, justo encima del hipocentro, se denomina epicentro. Las ondas sísmicas se propagan desde el hipocentro en todas direcciones, causando vibraciones que pueden ser detectadas y medidas por los sismógrafos. La magnitud y el impacto del temblor dependen de la cantidad de energía liberada y la profundidad a la que ocurre el hipocentro.
La falla de San Andrés es una gran fractura en la corteza terrestre que se extiende a lo largo de aproximadamente 1,200 kilómetros a través del estado de California, en Estados Unidos.
Es una falla transformante, donde dos placas tectónicas, la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana, se deslizan lateralmente una junto a la otra. Este movimiento lateral puede causar grandes terremotos debido a la acumulación y liberación de tensión a lo largo de la falla.
