Al menos 108 personas han muerto y otro ciento de ellos se encuentran desaparecidos bajo el lodo, luego de que un deslizamiento de tierra, provocado por intensas lluvias, sepultara al distrito de Wayanad, en el sur de la India. Según medios locales, este estado es uno de los lugares turísticos más famosos del país debido a sus plantaciones de té.
Hasta el momento, según las autoridades locales, 250 personas han sido rescatadas bajo el lodo. Sin embargo, las labores de búsqueda y rescate se han visto obstaculizadas debido a las continuas lluvias que han dejado intransitables las carreteras de Wayanad.
Las autoridades de la India han movilizado alrededor de 225 soldados hasta la zona de la tragedia, donde los agentes de las Fuerzas Nacionales de Respuesta ante Desastres buscan supervivientes entre el barro, las rocas y los árboles arrancados, así como entre las casas destruidas, de donde extraen y trasladan cuerpos en camillas fuera de la zona arrasada por el alud.
Debido al impacto que generó este desastre natural, catalogado como el peor que ha golpeado al estado de Kerala, la oficina del Primer Ministro anunció que se compensará con 200,000 rupias (unos 2,400 dólares) a las familias de las víctimas.
El desastre provocó la respuesta del primer ministro indio, Narendra Modi, quien expresó que sus “pensamientos están con todos aquellos que han perdido a sus seres queridos” y se comprometió con el ministro jefe de Kerala a brindarle “toda la ayuda posible” para hacer frente a la situación.
El creciente aumento de deslizamientos en la India ha generado la preocupación de Rahul Gandhi, líder de la oposición india y representante del distrito afectado de Wayanad. Frente al parlamento, el legislador señaló que el alud que afectó a su región tuvo un alcance de destrucción “desgarrador”.
“Nuestro país ha presenciado un aumento alarmante de desprendimientos de tierra en años recientes. La necesidad ahora es un plan de acción integral para solucionar la creciente frecuencia de calamidades naturales”, declaró.
Aunque las lluvias son cotidianas en el sur de Asía, que se extienden de junio a septiembre y son vitales para la agricultura y seguridad alimentaria de los 2.000 millones, estas provocan inundaciones y deslizamientos de tierra.
Durante los últimos años, estos desastres naturales han incrementado y los expertos advierten que debido al cambio climático se agravarán estos fenómenos. Esta situación se ha agravado debido a la construcción de presas, proyectos urbanísticos y deforestación en la India.