Profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNI utiliza un imán para explicar lo valioso que es para un ingeniero, ya que en el cerebro de cada estudiante de Ingeniería equivale a un valor de 2 millones de dólares.
Destacándose como uno de los bastiones más prominentes en ingeniería y tecnología en América Latina, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) ha sido desde su fundación en 1876 un centro fundamental para el desarrollo científico y tecnológico del país. Esta institución prestigiosa ha formado a numerosos profesionales que han realizado importantes contribuciones en el área. Enfocada en la innovación y la excelencia académica, la UNI sigue brindando una educación de primer nivel a las futuras generaciones de ingenieros, respaldada por su intensa actividad investigativa y su firme compromiso con el desarrollo sostenible.
Sin embargo, además del esfuerzo de sus alumnos, es posible también por sus profesores, quienes no solo transmiten conocimientos técnicos, sino que también inspiran a sus alumnos con su pasión por la ingeniería y la tecnología. Con una enseñanza que combina rigurosidad académica y un enfoque práctico, a través de métodos innovadores y un compromiso firme con la investigación, los docentes de la UNI se dedican a preparar a sus estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real y a contribuir significativamente al avance científico y tecnológico
En esta oportunidad, un maestro de la Facultad de Ingeniería Civil, de la Universidad Nacional de Ingeniería, utiliza un imán para explicar su clase y comparar cuál es el valor de este objeto para una persona que no ha estudiado en la UNI y para un ingeniero de dicha casa de estudios. Conoce más en esta nota.
El profesor de la Facultad de Ingeniería Civil cuenta a sus alumnos que con cualquier objeto un docente puede dar una clase. Por ejemplo, él suele ver imanes en la refrigeradora de su esposa, así que al tomar uno se le viene una idea de qué clase dictar y cómo explicarla. En esta oportunidad, explicó la relación de los campos magnéticos y eléctricos.
"El otro día yo miraba que mi señora (…) tiene varias cosas en su cocina y a veces, para poder hacer una clase, uno necesita de un imán. No se me ocurrió mejor explicación que, cuando tú cortas una barra en dos, este lado derecho y este lado izquierdo lo que van a tratar de hacer es esto (juntarse). Cuando tú los separas, se rompe el equilibrio, entonces las fuerzas intensas se disipan: están dando vueltas", narra en un inicio.
Continúa con su argumento: "Lo que quiero que entiendas, ya que me están filmando para CNN Español (bromea), es que aquí hay un campo magnético. Si hay un campo magnético acá, allá hay un campo eléctrico. Porque lo que tenemos nosotros acá son ondas electromagnéticas".
Ya cuando los alumnos terminaron de entender la clase, el ingeniero señala que guardará los imanes, ya que son adornos de la refrigeradora de su casa. Sin embargo, pese a que estos objetos sean solo un adorno para un electrodoméstico, para un ingeniero es innovación, tecnología y más, ya que con estos imanes se puede crear: "En la UNI, en el cerebro de mis alumnos, son 2 millones de dólares".
