Este imponente monumento, que busca ser patrimonio de la humanidad, representa la herencia virreinal y republicana de su país. Además, tiene conexiones históricas y significativas con Estados Unidos.
En el corazón de un puerto importante en América Latina se erige una fortaleza de 82 mil metros cuadrados que ha resguardado la historia de su país por más de dos siglos. Construida en 1747 tras un devastador maremoto, este monumento fue la respuesta al colapso de la antigua muralla, destinada a proteger el litoral de piratas y corsarios enemigos de la Corona española. Su relevancia histórica la convirtieron en la fortaleza más grande de Sudamérica y guarda similitudes con un monumento nacional de Estados Unidos.
Recientemente, esa fortaleza fue objeto de iniciativas legislativas que buscan su restauración y conservación. En junio de 2024, el Congreso de la República aprobó una ley que declara de interés nacional la protección de este monumento histórico. La relevancia de la fortaleza está en competencia para ser reconocida como patrimonio de la humanidad, un título que refuerza su valor cultural y su necesidad de preservación.
Perú es el país que alberga la fortaleza más grande de Sudamérica, el Real Felipe en el Callao. Este imponente bastión es un testimonio de la ingeniería militar del siglo XVIII, pero también un símbolo de la resistencia y defensa de la región. Con sus cinco baluartes estratégicos, incluyendo el Torreón de la Reina y el Torreón del Rey, la fortaleza ha sido una pieza clave en la defensa costera del Callao, pues protegía el puerto de ataques marítimos y salvaguardaba las riquezas del virreinato español que transitaban por allí.
La fortaleza del Real Felipe y el Independence Hall de Estados Unidos comparten una conexión a través de su valor histórico y su papel en la lucha por la independencia. Mientras que el primero fue el último refugio de los realistas españoles durante la independencia del Perú, el Independence Hall en Filadelfia es el lugar donde se firmaron la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos.
Ambos monumentos son símbolos de resistencia y cambio, y marca hitos cruciales en la historia de sus respectivos países. La relación entre estos dos monumentos históricos destaca la importancia de preservar y valorar los sitios que han sido testigos de eventos trascendentales.
La embajada de Estados Unidos en Perú ha mostrado un interés significativo en la conservación del patrimonio cultural del Callao, incluyendo la fortaleza del Real Felipe. El presidente de la Sociedad de Beneficencia del Callao, Víctor Manuel Portilla Flores, ha iniciado gestiones con el agregado cultural Edward Cox y la especialista en asuntos culturales Vanessa Wagner para obtener apoyo en la restauración y revalorización de este monumento. Este esfuerzo busca preservar la fortaleza y potenciar su valor cultural y turístico, alineándose con las políticas de conservación y valorización del patrimonio histórico en ambos países.
Visitar la fortaleza del Real Felipe es una experiencia enriquecedora para cualquier amante de la historia y la cultura. Ubicada en la Plaza Independencia, al inicio de la Avenida Sáenz Peña en el Callao, esta fortaleza está abierta al público como el Museo del Ejército Peruano. El costo de la entrada es accesible, con tarifas de S/ 12.00 para adultos, tanto nacionales como extranjeros, y S/ 5.00 para niños. Este museo ofrece a los visitantes una visión profunda de la historia militar y cotidiana de la fortaleza, permitiendo una inmersión en el pasado virreinal y republicano del Perú.
