La gastronomía mundial siempre está en busca de nuevas opciones alimenticias que no solo sean deliciosas, sino también saludables. En este contexto, una fruta exótica ha captado la atención de chefs y nutricionistas por igual. Su peculiar sabor y sus múltiples beneficios nutricionales la convierten en una alternativa ideal para quienes buscan variar su dieta sin sacrificar el gusto.
Originaria de regiones tropicales, esta fruta ha sido parte de la dieta de muchas culturas durante siglos. Recientemente, ha ganado popularidad en Occidente, especialmente entre los veganos y vegetarianos que buscan alternativas a la carne. Su textura y sabor únicos han sorprendido a muchos, convirtiéndola en un ingrediente estrella en numerosos platos.
La fruta en cuestión es la yaca, conocida como jaca o jackfruit. Esta fruta, que puede llegar a pesar de hasta 40 kilos, es la más grande del mundo que crece en árboles. Originaria del sur de Asia, especialmente de India y Bangladesh, se ha adaptado bien a otros climas tropicales, incluyendo la Amazonía peruana.
Una pecualiaridad de este alimento es que un solo árbol puede producir hasta 20 frutos al año y quienes la han probado señalan que su sabor mezcla notas de plátano, mango, kiwi, durazno, piña, melón y guanábana.
La jaca es particularmente famosa por su capacidad de imitar la textura de la carne cuando está madura. Este atributo ha sido aprovechado por la industria alimentaria vegana para crear alternativas a productos cárnicos. Pero más allá de su textura, la jaca destaca por su perfil nutricional.
Tiene una piel rugosa con puntas afiladas, que es de color verde y marrón al madurar. El fruto está formado por tres secciones: la sección externa, que es la corteza del fruto; el perianto, que es la parte comestible; y el centro, que no es comestible porque está compuesto por células que exudan látex de consistencia gomosa.
La jaca es una fuente impresionante de nutrientes esenciales. Contiene altas cantidades de magnesio, potasio, fibra y vitaminas A, C y del grupo B. Su contenido de magnesio es especialmente beneficioso, ya que este mineral es crucial para la salud ósea y muscular, y juega un papel vital en más de 300 reacciones. enzimáticas en el cuerpo.
Uno de los aspectos más destacables de la jaca es su capacidad para ayudar a prevenir la diabetes. Esto se debe a su bajo índice glucémico, lo que significa que se libera azúcar en la sangre de manera gradual, evitando picos de glucosa. Además, su alto contenido de fibra ayuda a mejorar la digestión y mantener niveles de azúcar en sangre estables.
A este fruto se le atribuyen propiedades que ayudan a personas con estrés, males de la próstata, estrés, entre otros males.
La jaca se cultiva principalmente en regiones tropicales de Asia, África y América del Sur. En Perú, se ha adaptado exitosamente a la Amazonía, donde se cultiva en pequeñas fincas. La fruta se encuentra disponible en mercados locales de la región amazónica, y debido a su creciente popularidad, también es posible encontrarla en algunos supermercados de las principales ciudades del país.
En Lima, por ejemplo, se pueden encontrar productos derivados de la jaca en tiendas especializadas en productos naturales y orgánicos. Además, algunos restaurantes veganos y vegetarianos han comenzado a incluirla en sus menús, destacando sus beneficios nutricionales y su versatilidad culinaria.
