En una fascinante fusión cultural, desde los rincones de Perú hasta las calles de París, un vals argentino inspiró una icónica canción francesa que ha encontrado nueva vida en las melodías contagiosas de la agrupación peruana Grupo 5. Esta banda emblemática ha reinterpretado esta joya musical con su distintivo estilo, y llevó los ritmos nostálgicos de una época pasada a audiencias contemporáneas ávidas de romance y ritmo.
¿Qué tienen en común la canción francesa y la cumbia peruana? En esta nota, te contamos la fascinante historia que une dos mundos aparentemente distintos y a un éxito musical del Grupo 5.
Compuesta por los compositores argentinos, quienes destacaron en géneros como el vals y el tango, Ángel Cabral y Enrique Diezo dieron vida, en 1936, a 'Que nadie sepa mi sufrir', pieza inspirada en el vals peruano de aquellos años y que ha reverberado, a través del tiempo y las fronteras, con su melodía envolvente y letra que conmueven el corazón. Sin embargo, estos dos músicos no le dieron voz a la canción, solo fue letra y melodía; fue el cantante de tango Hugo de Carril quien dio su voz para interpretar esta mágica pista, pese a que no se ha hallado aún el audio original.
Veinte años más tarde, en 1953, el argentino Alberto Castillo grabó un demo de 'Que nadie sepa mi sufrir' y es la primera pieza que sí se conserva. Nacida en el corazón de Argentina, esta canción encapsula el dolor profundo y personal de un amor que se desvanece, todo ello envuelto en los compases melancólicos del vals. Su resonancia universal sugiere una historia más amplia, un viaje que ha llevado esta melodía desde los rincones más íntimos de Latinoamérica hacia escenarios insospechados.
Cuando la joya musical 'Que nadie sepa mi sufrir' resonaba en Argentina, en 1953, Édith Piaf, la cantante más importante de Francia y una de las más célebres del siglo XX, se encontraba de gira en tierras gauchas y fue allí que escuchó por primera vez este clásico argentino.
A Piaf le gustó tanto que, años más tarde, decidió adaptarlo al francés junto a Michel Rivgauche. Fue así como nació la nueva versión interpretada magistralmente por Édith Piaf, la cual hoy en día es una de las canciones más icónicas de la música de Francia y de todo Europa: 'La Foule'.
Se convirtió en un gran éxito que conquistó a todo el público internacional y se convirtió en la versión más famosa sin saber cuál realmente es el origen. En esta versión francesa se respeta el ritmo del vals, aunque a velocidad rápida. Asimismo, conserva el acordeón y el piano, típico de Argentina; no obstante, añade una orquesta, característica musical de las canciones de Francia.
La historia no acaba aquí, pues la canción se volvió tan famosa que viajó por todos los continentes, se tradujo al italiano, holandés, finlandés, sueco, noruego y hebrero. E incluso los artistas quisieron replicarlo, tales como los siguientes:
En Perú, la agrupación musical Grupo 5 adaptó 'Que nadie sepa mi sufrir' o 'La Foule' en una versión cumbia popularizada como 'Amor de mis amores'. Dicha canción es conocida y ovacionada en todos los conciertos de este grupo peruano y en las fiestas que se celebran noche tras noche, lo cual incluso llega a pensar que es de las más conocidas en este país y que la música trasciende fronteras y conecta culturas de manera sorprendente.