En caso de ganar las elecciones en Estados Unidos en 2024, Donald Trump tiene en mente un conjunto de medidas migratorias que representan un cambio drástico respecto a su primer mandato. Su plan incluye redadas masivas de migrantes indocumentados y la construcción de campamentos de detención para aquellos que esperan ser deportados. Estas políticas, consideradas por muchos como extremas, reflejan la intención de Trump de reducir significativamente tanto la inmigración irregular como la ilegal en Estados Unidos.
Los cambios de Trump en las políticas de migrantes indocumentados también contemplan restricciones a la inmigración legal, como la cancelación de visas para estudiantes extranjeros que participen en manifestaciones políticas. Además, se realizarán revisiones ideológicas más profundas a los solicitantes de visa, con el fin de bloquear a aquellos que el gobierno de Trump considere que tienen actitudes indeseables. Este enfoque radical podría transformar el panorama migratorio del país de manera significativa.
Donald Trump ha delineado un plan para llevar a cabo la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Su estrategia incluye redadas masivas y la construcción de campamentos de detención para migrantes indocumentados. Para acelerar las deportaciones, Trump propone ampliar una forma de remoción que no requiere audiencias judiciales. Además, planea reasignar agentes federales y sumar a policías locales y efectivos de la Guardia Nacional, especialmente de estados gobernados por republicanos.
Con el propósito de aliviar la presión sobre los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Trump quiere construir campamentos enormes. Estos campamentos servirían para detener a los migrantes mientras sus casos son procesados y esperan sus vuelos de deportación. Asimismo, propone redirigir fondos del presupuesto militar para financiar estas iniciativas, tal como lo hizo durante su primer mandato con la construcción del muro fronterizo.
La motivación de Donald Trump para implementar estos cambios en las políticas migratorias se basa en su percepción de la migración como una amenaza a la seguridad nacional y a la economía estadounidense. Argumenta que la inmigración masiva, tanto legal como ilegal, afecta negativamente a los trabajadores estadounidenses al mantener bajos los salarios y ocupar empleos que podrían ser para ciudadanos.
Trump y sus asesores consideran que la situación actual en la frontera sur y en ciudades como Nueva York y Chicago justifica la necesidad de medidas más severas. La crisis migratoria global, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y el aumento de migrantes provenientes de países como Venezuela y Centroamérica, ha llevado al expresidente a plantear una respuesta más radical y exhaustiva.
Durante su primer mandato, Trump implementó varias políticas migratorias controvertidas. Una de las más notorias fue la prohibición de viaje desde países de mayoría musulmana, conocida como el "Muslim Ban". También estableció la política de "Tolerancia Cero", que resultó en la separación de familias en la frontera, lo que provocó una ola de indignación tanto nacional como internacional.a
Además, bajo la administración de Trump, se reforzó la práctica de la remoción acelerada, que permite la deportación rápida de inmigrantes indocumentados sin audiencias judiciales. Su gobierno también intentó terminar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), aunque fue bloqueado por la Corte Suprema en 2020. Trump también utilizó la pandemia de COVID-19 para justificar la implementación del Título 42, una medida que permite rechazar solicitudes de asilo por razones de salud pública.