Por: Génesis Peña
En diferentes partes del mundo, existen lugares que por motivos culturales, religiosos o históricos restringen el acceso exclusivamente a hombres. Estos destinos suelen ser emblemáticos por sus tradiciones únicas y su arraigada adhesión a costumbres que han perdurado a lo largo de los años.
Estos cinco destinos restringidos a visitantes masculinos ofrecen una mirada interesante a las prácticas y costumbres únicas que los distinguen. A pesar de las restricciones, estos lugares siguen siendo una muestra de la diversidad cultural y religiosa que existe en el mundo.
Monte Athos en Grecia, el Monte Ōmine y la isla Okinoshima en Japón, la Herbertstrasse en Hamburgo y el Parque Nacional Band-e-Amir en Afganistán. Cinco lugares en diferentes partes del mundo que comparten una característica común: la prohibición de entrada a las mujeres.
En Monte Athos, el terreno considerado territorio de la Virgen María, se prohíbe la entrada de mujeres desde el año 1046, a excepción de las gatas. Esta medida busca facilitar el cumplimiento de los votos de celibato de los monjes ortodoxos que residen en los monasterios del lugar. En Japón, tanto el Monte Ōmine como la isla Okinoshima imponen prohibiciones similares, argumentando motivos espirituales y de seguridad para justificar la exclusión de las mujeres.
En Europa, la histórica Herbertstrasse en Hamburgo ha mantenido una política de exclusión de mujeres (excepto trabajadoras sexuales) desde 1933. Esta calle, con una oscura historia vinculada al nazismo, también prohíbe la entrada a menores de 18 años. En Afganistán, el gobierno talibán impuso en 2023 la prohibición de acceso a las mujeres al Parque Nacional Band-e-Amir, argumentando violaciones del “pudor”.
Estas restricciones en diferentes partes del mundo han generado controversia y críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de la igualdad de género. A medida que la sociedad avanza hacia la inclusión y la igualdad, la persistencia de estas normas discriminatorias genera un debate sobre el respeto a la diversidad y la libertad de acceso a espacios públicos y patrimonios culturales.
Se han dado intentos de algunas mujeres por acceder a esta región, el Monte Athos sigue siendo exclusivamente para hombres. A lo largo de los años, diversas mujeres han intentado burlar esta prohibición vistiendo ropas masculinas o intentando colarse en la península. En 2019, se descubrió un conjunto de huesos femeninos bajo una capilla bizantina en el lugar, lo que generó controversia y debate sobre la presencia femenina en el Monte Athos.
A pesar de ello, esta región está protegida por un estatus legal especial tanto dentro de Grecia como en la legislación europea. Se considera una región autónoma dentro de Grecia y cuenta con una disposición especial en la legislación europea que le otorga un estatus especial "justificado exclusivamente por motivos de naturaleza espiritual y religiosa".
Para los monjes que residen en el Monte Athos, esta prohibición es fundamental para preservar la tradición y el carácter sagrado de este lugar. Consideran que la presencia de mujeres podría perturbar el ambiente de recogimiento y oración que se vive en la península.
A pesar de las críticas y controversias que rodean esta prohibición, el Monte Athos sigue siendo un lugar exclusivo para hombres donde la tradición y la espiritualidad se mantienen intactas. Mientras tanto, las mujeres interesadas en explorar la religiosidad y la historia de este lugar deberán conformarse con visitar los monasterios desde fuera, respetando la prohibición que rige en esta mística montaña.