El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó que la Fuerza Armada Nacional (FAN) protegerá la Constitución durante las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. El hombre de confianza de Nicolás Maduro declaró que quien pierda en las urnas este domingo debe aceptar la derrota y retirarse, mientras que el ganador debe enfocarse en su proyecto de gobierno.
Además, enfatizó que los militares esperarán la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) y continuarán defendiendo la soberanía popular por encima de todo. A continuación, te revelamos qué más dijo y otras reacciones al respecto de una posible salida del chavismo del poder.
Como se mencionó anteriormente, Padrino López afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cumplirá con su rol en el Plan República y esperará los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE). Instó a los militares a no dejarse influenciar por las tendencias en redes sociales y a mantenerse enfocados en su misión de defender la soberanía y la Constitución.
En ese sentido, criticó el uso de encuestas que, según él, buscan distorsionar la misión de la FANB y otras instituciones. Además, aseguró que quien gane debe centrarse en su proyecto de gobierno, mientras que quien pierda debe aceptar la derrota y retirarse, aunque eso incluyera a Nicolás Maduro.
De acuerdo con lo que reveló el hijo del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro Guerra, en una reciente entrevista con El País, este tendría confianza en una victoria chavista en las próximas elecciones, pero aseguró que, en caso de derrota, reconocerían el resultado y se convertirían en la próxima oposición.
Maduro Guerra, quien ha ocupado diversos cargos en el gobierno y es actualmente diputado venezolano, niega que su padre sea un presidente autoritario y rechaza las acusaciones de persecución política en el país en contra de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Además, resaltó que ha participado en negociaciones con la oposición y se muestra dispuesto a dialogar con Estados Unidos, aunque criticó la falta de cumplimiento de sus promesas.
Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela el 19 de abril de 2013, prometiendo dar continuidad al legado de Hugo Chávez y mejorar el país. A lo largo de estos 11 años, la economía venezolana ha experimentado una contracción del PIB del 75% entre 2013 y 2021. Además, la inflación se disparó, alcanzando un 55,6% mensual en diciembre de 2017, lo que marcó el inicio de la hiperinflación.
La crisis económica provocó una ola migratoria de más de 7.7 millones de venezolanos. A pesar de algunos signos de recuperación económica en los últimos años, como un crecimiento del 5% en 2023, según Maduro, los expertos consideran que el país aún está lejos de recuperarse completamente.
La producción de petróleo, principal fuente de ingresos, también ha disminuido drásticamente, pasando de 2.4 millones de barriles diarios en 2013 a 716,000 en 2022. El mandatario venezolano ha presentado un plan de siete transformaciones para convertir a Venezuela en una potencia, abordando temas como la economía, el medio ambiente y los derechos humanos. Sin embargo, las violaciones a los derechos humanos y la falta de diversificación económica siguen siendo grandes desafíos.
